Economía
Conferencia Internacional de Banca

Ana Botín señala al populismo político como el responsable de la pérdida de confianza global

El populismo político «no puede ser la respuesta» a los desafíos globales que afronta la sociedad. Con estas palabras, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, se ha referido al populismo, al que se señala como consecuencia de la crisis y responsable de la pérdida de confianza de la sociedad en las instituciones y en el sector financiero.

Algunos de los desafíos a lo que hacía referencia la presidenta del Santander son el cambio climático, la digitalización o la globalización, que ya existían en 2008, cuando estalló la crisis financiera que condujo a lo que ha denominado la «gran recesión».

«Seamos honrados», ha dicho Botín «perdimos la confianza» y el comportamiento de «algunos» contaminó la percepción pública, de forma que los políticos, los hombres y mujeres de negocios y los banqueros ya no eran dignos de confianza, lo que se extendió a las instituciones en general y propició el auge del populismo político «que va a más».

La confianza es «esencial» para determinar el futuro del sector financiero y del sistema económico tal como lo conocemos, ha explicado Botín, quien ha añadido que es «demasiado fácil perderla y muy difícil recuperarla».

Para ello, ha precisado, «es necesario aceptar la nueva realidad en la que operamos y la responsabilidad que conlleva», por lo que las empresas no solo deben rendir cuentas a sus accionistas y no deben tener miedo de hacerlo.

«El capitalismo ha sobrevivido porque siempre ha sabido hacerse con el cambio y ahora tenemos que hacer lo mismo», ha dicho Botín durante su intervención en la Conferencia Internacional de Banca 2019, en la que también participan la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, entre otros.

El banco 

Sobre la entidad que dirige, ha asegurado que su intención es ayudar a las personas y los negocios para que prosperen y adaptarse a un entorno que ha cambiado mucho en los últimos años, no solo por la revolución digital, sino también por el entorno regulatorio y por la propia actividad del banco.

Botín ha recordado que cuando empezó a trabajar en el Santander, hace 30 años, era la sexta entidad más grande de España y no tenía dimensión internacional y ahora es «el banco más grande de la eurozona en términos de valor» y tiene 144 millones de clientes.

«Pero lo que no ha variado es nuestro compromiso para ayudar a nuestros clientes a prosperar», ha resaltado Botín, que ha recordado que desde que llegó a la presidencia en 2014 supo que lo más urgente era «recuperar la confianza de todas las partes implicadas».

«Gestionar un banco merecedor de confianza es lo correcto y tiene sentido en términos comerciales», ha destacado.

La confianza, ha continuado, da lugar a la fidelidad y ésta es el componente «crítico sobre el que se basa el mejor resultado financiero posible para un banco».

«Los últimos cinco años -ha detallado Botín- han sido difíciles para la banca, pero nosotros hemos hecho crecer un 6 % los ingresos de los clientes, y todo basado en la confianza y fidelidad de los clientes, que han crecido un 44 % en ese periodo, y los comerciales, en un 67 %».

«Somos el banco que tiene más clientes en Europa y América y uno de los más eficientes y rentables, con unos beneficios subyacentes de casi 8.000 millones de euros en 2018 y un ‘cost to income’ del 47 %, lo que nos ha permitido añadir unos 25.000 millones de euros a nuestro indicador de solvencia CET1», ha añadido.