La AIReF propone que cada Gobierno comprometa al inicio de la legislatura una senda de gasto y de deuda
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha lanzado este viernes su propuesta para la reforma de las reglas fiscales europeas, en la que plantea que cada Gobierno entrante comprometa ante Bruselas una trayectoria fiscal al inicio de la legislatura, estableciendo un ancla de deuda específica para el país y una senda de gasto derivada de ella para todo el mandato.
Esta senda, basada en la deuda y el gasto y no en el déficit, deberá ser aprobada por el Parlamento y las autoridades comunitarias y sería la referencia vinculante para los cuatro años siguientes. Sin embargo, podría modificarse en circunstancias excepcionales mediante la activación de una cláusula de escape.
En las próximas semanas –probablemente el 26 de octubre o el 9 de noviembre– está previsto que la Comisión Europea plantee alguna propuesta sobre la reforma de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros y que se desactivaron por la pandemia y continúan aún suspensas debido al impacto económico de la guerra en Ucrania y la subida de precios.
La AIReF ha detectado algunos problemas e inconvenientes del marco fiscal europeo actual que «no ha bastado» para diseñar políticas fiscales nacionales «estables y predecibles» en los distintos países. De hecho, en España el organismo independiente apunta que la deuda pública ha alcanzado niveles no vistos anteriormente en «tiempos de paz».
Además, para la AIReF, el mecanismo sancionador actual ante incumplimientos de las reglas por parte de los países «no ha funcionado» y ni siquiera se ha ido aplicado por diferentes motivos a lo largo de su vigencia. Desde el organismo, consideran que ese marco sancionador económico se debería eliminar –aunque no creen que la Comisión renuncie completamente a él–.
La propuesta de la AIReF –que es compatible, en todo caso, con los objetivos de la ley de estabilidad presupuestaria actualmente vigente en España y se ha discutido con el Tesoro a nivel técnico– pasaría por establecer un ancla de deuda teniendo en cuenta el niveles de partida (presente), la evolución histórica de la ratio (pasado) y las proyecciones tendenciales de ingresos y gastos públicos (futuro).
Una vez derivada el ancla de deuda, sus implicaciones para la política fiscal a corto y medio plazo se plasmarían a través de una senda de gasto primario (incluyendo partidas como por ejemplo el gasto en pensiones, pero valorando si sumar o no el gasto en desempleo cíclico), teniendo en cuenta el neto de medidas adicionales de ingresos.