Economía
Según PMI

La actividad privada en la eurozona anticipa recesión: cae a mínimos de 20 meses en septiembre

La actividad privada en el conjunto de la eurozona registró una contracción en septiembre, hasta caer a su peor nivel de los últimos 20 meses, según refleja el índice de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) compuesto, elaborado por S&P Global, y que se ha situado en los 48,2 puntos, desde los 48,9 de agosto. El índice elaborado por S&P Global se realiza sobre la barrera de los 50 puntos. Si el índice supera esa cifra, hay crecimiento y expansión de la actividad, mientras que si está por debajo, hay decrecimiento y contracción.

«Se vislumbra una recesión para la zona euro, ya que las empresas señalan un empeoramiento de las condiciones empresariales y un aumento de las presiones de los precios, vinculado con los disparados precios de las energías», ha indicado el economista jefe de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, que estima una contracción del 0,1% del PIB en el tercer trimestre.

De su lado, el indicador adelantado para septiembre de la actividad comercial del sector servicios se ha situado en los 48,9 puntos, nueve décimas menos que en agosto. Esto supone el peor nivel registrado en los últimos 19 meses. Asimismo, el indicador adelantado de la actividad del sector manufacturero ha caído a su peor nivel desde hace 27 meses, situándose en los 48,5 puntos, desde los 49,6 enteros observados el mes de agosto.

Si no se tiene en cuenta la contracción observada durante el confinamiento por la pandemia, el descenso de la actividad privada de la eurozona en septiembre es más intenso desde 2013, según ha explicado S&P Global. Además, el informe elaborado por la firma deja poco margen para el optimismo. El documento señala que tanto el índice de nuevos pedidos, como el de pedidos pendientes de realización y el de expectativas futuras «sugieren que el declive seguirá cobrando nuevo ímpetu en los próximos meses».

S&P ha alertado de que los «disparados precios de las energías» se sumaron a la «creciente» carga de costes de las empresas. Además, en algunos casos también limitaron la producción y la actividad empresarial, impulsando los precios a niveles todavía más altos. Para la entidad, esto sugiere una renovada aceleración de presiones inflacionistas.

«Como la demanda se está desplomando y las firmas se muestran cada vez más pesimistas con respecto a las perspectivas, los indicadores a futuro del estudio sugieren un creciente declive económico para la zona euro en el cuarto trimestre, aumentando las probabilidades de que la región caiga en recesión», ha apostillado Williamson.