¿Es aconsejable invertir en criptomonedas en 2019?

Después de un final de año pasado e inicios de éste con subidas importantes en su valor, el mercado de las criptomonedas se ha estabilizado. Pocos son los valores que han sufrido grandes volatilidades y, en general, la mayoría han mantenido posiciones. En un mercado en el cual se busca, sobre todo, una rentabilidad en el corto plazo, se podría pensar que no se trata de una buena noticia. Ahora bien, si tenemos en cuenta que venimos de unos meses durante los cuales las caídas han sido muy acusadas, una cierta calma ayuda a evitar la fuga de inversores.

En este contexto, muchos se preguntan si, durante este 2019, el mercado de los criptoactivos volverá a presentar unos valores próximos a los máximos vividos no hace tanto. No existe, como es obvio, unanimidad al respecto, pero es complicado.

Si nos fijamos en la historia de Bitcoin, la primera subida importante la sufrió a finales de noviembre del 2013, cuando superó los 1.000 dólares. Desde entonces, empezó a bajar hasta los 225 dólares de junio del 2015. No fue hasta mediados del siguiente año que inició un fuerte crecimiento, que fue imparable hasta los máximos de finales de 2017, cuando se acercó a los 20.000 dólares

En 2017, algunos aventuraron que en 2018 Bitcoin podría llegar a valer 100.000 dólares. Es obvio que fallaron en su predicción, ya que la cifra se ha quedado muy lejos de lo que calcularon. De hecho, aquel año, hasta un experto de la entidad Saxo Bank se atrevió a pronosticar un Bitcoin por encima de este valor en menos de diez años. El futuro es impredecible, pero en el actual contexto se trata, como mínimo, de una visión muy optimista. Para que pudiera darse un alza en el valor tan estratosférico como éste, haría falta que se cumplieran una serie de puntos que, por el momento, no parece que sea posible conseguir:

• Cambios regulatorios para facilitar su uso: los distintos Estados no parece que estén, en este momento, por la labor de facilitar intercambios comerciales mediante critpomonedas. Por un lado, aseguran que es una fuente mediante la cual es posible lavar dinero negro por la falta de control. Por otro, no quieren perder cierto control monetario que consiguen a través de las políticas que desarrollan los Bancos Centrales.
• Mejoras en la seguridad: las criptmonedas tienen poco espacio en las noticias del día a día y apenas salen cuando se produce algún robo por parte de hackers. Ello traslada a la población sensación de inseguridad.
• Rebaja del coste energético: aún ahora, la actividad de minería precisa de unos grandes costes en materia de suministros. Los desarrolladores de plataformas deben de encontrar alternativas para limitar el poder de los mineros y, a la vez, conseguir que no se precise tanta energía en los intercambios.
• Conversión en moneda de intercambio habitual: los grandes vaivenes en su valor imposibilitan que las criptomonedas sean utilizadas como una divisa para llevar a cabo cualquier operación.