Según el Banco de España

El 48,5% de las empresas sufre una recaída de la facturación ante la segunda ola de covid-19

Sánchez bares
Terraza recogida en un bar cerrado. Foto: EP

La crisis del coronavirus sigue provocando un fuerte daño a la facturación de las empresas españolas, según la encuesta que ha publicado el Banco de España y que se realizó durante el pasado mes de noviembre, lo que confirma los temores de que España se encamina de nuevo a una recesión.

Según detalla el Banco de España en su informe, «un amplio conjunto de ellas ha indicado que el impacto de la crisis sanitaria ha seguido siendo elevado en ese período». Casi la mitad (el 48,5%) de las empresas encuestadas ha declarado que se ha observado un descenso de su facturación en el cuarto trimestre de 2020 con respecto al tercero. Además, la disminución observada ha sido calificada como de magnitud significativa por casi una cuarta parte de la muestra (un 23,9%). En definitiva, que la crisis se ha agravado de nuevo entre octubre y diciembre.

Y el problema es que las cosas no parece que vayan a ir a mejor, al menos económicamente hablando. «Las perspectivas para el primer trimestre del año próximo continúan sin ser favorables, pues un 45,9% de las empresas ha señalado que espera una disminución adicional de su facturación en ese período», detalla el supervisor.

La buena noticia es que al analizar el empleo las empresas detectan «mayor estabilidad», lo que significa que la caída de las ventas y de los ingresos de las compañías no se están traduciendo «en estos momento en una destrucción de empleo de una magnitud comparable». Los datos del organismo que dirige Pablo Hernández de Cos evidencian que una de cada cuatro empresas, no obstante, han reducido plantilla este trimestre: «Aunque casi un 25% de las empresas manifiesta haber reducido su cifra de trabajadores en este trimestre, la mayor parte de las sociedades habría mantenido estable o incluso aumentado levemente su plantilla en ese período».

«Respecto a las perspectivas para el primer trimestre del próximo año, las empresas anticipan que el tamaño de su fuerza laboral será muy similar al del trimestre actual», concretan. Es decir, que seguirá habiendo recortes pero atemperadas por las medidas de flexibilidad laborales como los ERTE.

El Banco de España también detecta en su encuesta que «la actividad y el empleo están evolucionando de forma más negativa en este cuarto trimestre en los servicios más afectados por las medidas de contención, como la hostelería, las actividades de ocio y entretenimiento, y el comercio». Sin embargo, el Gobierno aún no ha activado su plan de choque para estos sectores, que sí que se han puesto en marcha en otros países como Alemania.

No obstante, los descensos de la actividad y del empleo serían mayoritarios en este trimestre en todas las ramas de actividad, lo que, según el supervisor, «reflejaría un cierto deterioro de la economía tras el fuerte repunte observado en el período inmediatamente posterior a la desescalada». El empeoramiento de la actividad de las empresas se está traduciendo en los precios de venta de los productos, que han registrado descensos, como refleja el IPC en los últimos meses. Los que más están bajando precios: la hostelería y el turismo esencialmente.

El fuerte impacto de la pandemia se traduce en que una proporción muy elevada de sociedades manifiesta estar experimentando descensos interanuales de su facturación a finales de 2020. Además, la intensidad de las caídas es muy elevada: un 36,3% de las sociedades declara disminuciones superiores al 15%.

El descenso medio para el total de las empresas de la muestra asciende a casi un 10%. De nuevo, la heterogeneidad sectorial es muy elevada, con retrocesos muy cuantiosos en algunas ramas de servicios, como el transporte o las actividades de ocio y entretenimiento, y, sobre todo, la hostelería (donde la caída se acerca, en promedio, al 50%).

Las razones de la caída de la facturación

Al evaluar las razones de la caída de la facturación , las empresas dan dos argumentos principales. En primer lugar, apuntan «al impacto negativo que estaría teniendo la elevada incertidumbre existente tanto sobre el curso de la  pandemia como sobre la política económica». El segundo factor mencionado por las empresas con mayor frecuencia como determinante de la caída reciente de su actividad es la disminución de la demanda de sus productos, señala el Banco de España. 

El organismo también detalla que «los mecanismos a los que se ha recurrido con mayor frecuencia han sido el acceso a los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), la reducción de sus inversiones, el fomento del teletrabajo y la formulación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE)». «El recurso a varios de estos instrumentos está correlacionado con el impacto de la crisis, de forma que las empresas han hecho un uso más frecuente de ellos cuanto mayor ha sido el descenso de su facturación», remarca. «Este es el caso de los préstamos ICO, la disminución de la inversión o los ERTE», concreta.

El Banco de España también detecta en la encuesta «un mayor uso de las medidas de ajuste de los costes laborales, como las reducciones de  plantilla o los ajustes salariales, en las empresas en peor situación económica, aunque, en conjunto, la utilización de estas herramientas ha sido comparativamente menor hasta la fecha». Y que «no existe una relación entre la evolución de la facturación de las empresas y el grado de aumento del teletrabajo o de la explotación de canales de venta online».

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