El Real Madrid descartó las cesiones de Varane y Laporte para reforzar el puesto de central en el mercado de invierno. Ancelotti recomendó al central del United, pero el club no contempló su vuelta ni tampoco incorporar al internacional español, que está jugando en Arabia Saudí.
Así lo reveló Eduardo Inda en El Chiringuito de Jugones: «Ancelotti pidió a Varane y él quería venir porque el United está desahuciado y no está nada a gusto en Manchester. La cúpula prohibió su vuelta. Hubo otro jugador que se ha ofrecido al Real Madrid y es Aymeric Laporte. En ese caso no lo quería ni el entrenador ni la cúpula».
Cuando David Alaba se rompió el ligamento cruzado y dijo adiós a la temporada, a Carlo Ancelotti se le paró el corazón. De los cuatro centrales con los que había arrancado la temporada –Militao, Alaba, Rüdiger y Nacho– sólo le quedaban dos para afrontar cuatro competiciones con el objetivo de intentar ganarlas.
Ancelotti quiere a Varane de vuelta y el Real Madrid duda
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— okdiario.com (@okdiario) December 19, 2023
No lo dijo en público, al menos abiertamente, aunque tampoco lo descartó, pero Ancelotti pidió al Real Madrid la llegada de un central, ya fuera fichado o cedido. «Hemos hablado con el club, lo evaluaremos en los próximos días. Tenemos tiempo para hacerlo porque el mercado acaba el 31 de enero y vamos a buscar la mejor solución posible», dijo Carletto el 22 de diciembre en vísperas del último partido del año ante el Alavés.
La evaluación del club fue clara: «No queremos un parche». Y a Ancelotti no le quedó más remedio que aguantarse, igual que se aguantó cuando pidió el fichaje de Harry Kane tras la salida de Benzema y el Real Madrid no llegó ni a mover ficha por el inglés. Por eso, Carletto, hombre de club que se ha ganado por ello, entre otras cosas, la renovación hasta 2026, fue rotundo sobre el asunto del central en la primera rueda de prensa del año.
No habrá central
«No ficharemos ningún central en enero. Los centrales van a ser Rüdiger y Nacho. Y como solución de emergencia tenemos a Tchouaméni y a Carvajal, que ya han jugado ahí. No vamos a traer a otro central, repito». Esas fueron las palabras de Ancelotti el 2 de enero, justo antes de jugar el partido frente al Mallorca.
¿Qué ocurrió en esos diez días para pasar del «lo evaluaremos» al «no ficharemos»? Pues varias cosas. La primera es que al Real Madrid han llegado casi una veintena de ofrecimientos de centrales de todas las edades y procedencias. El club tenía muy claro que necesitaba reforzar el centro de la zaga, pero pretendía hacerlo en verano.
La continuidad de Nacho, que termina contrato en junio, es toda una incógnita, Rüdiger y Alaba ya superan la treintena y Militao volverá a partir de abril después de una gravísima lesión de rodilla que le va a tener sin jugar por lo menos ocho meses. En ese escenario, el Real Madrid sabe que necesita un central, pero lo quiere joven y con proyección de estar muchos años en el equipo. Y los nombres que maneja no son ni mucho menos barato.
El portugués Antonio Silva es el favorito, pero el Benfica pide por su central de 19 años un auténtico dineral, por encima de los 80 millones de euros, una cifra que espanta al Real Madrid. También gustan el portugués Gonçalo Inácio (Sporting de Lisboa) y el francés Leny Yoro (Lille), pero su cotización también es elevadísima.
Ancelotti improvisará
En ese contexto de necesidad Carlo Ancelotti planteó al Real Madrid la opción de intentar la cesión de Varane, que termina contrato con el Manchester United en junio y que no convence demasiado a Ten Hag. El jugador estaba por la labor de regresar a la casa blanca y más a las órdenes de Ancelotti, pero el club blanco descartó el regreso de un futbolista que nunca ha dado en Old Trafford el rendimiento que tuvo en el Bernabéu.
Cerrada la puerta a Varane, otro de los futbolistas que se ofreció al Real Madrid fue Laporte, que dejó este verano el Manchester City para enrolarse en las filas del Al-Nassr de Arabia Saudí. A pesar de que Laporte gana un salario estratosférico, más de 27 millones netos al año, el central francés estaba dispuesto a jugar seis meses a las órdenes de Ancelotti con tal de regresar a la élite y volver a sentir la inigualable sensación de competir en la Champions.
Pero ni Varane, ni Laporte, ni nadie. Ancelotti tendrá que conformarse con los dos que tiene, Rüdiger y Nacho, y luego ir improvisando con otros jugadores que actuarán fuera de sitio. El principal damnificado de la situación puede ser Tchouaméni, que ya ha demostrado que encaja perfectamente como central tanto por su estatura como por su velocidad y la capacidad para sacar el balón jugado.
De hecho, nadie descarta la posibilidad de que el francés sea la pareja titular de Rüdiger en la Supercopa para medirse este miércoles al Atlético de Madrid. Sus impecables actuaciones en el centro de la defensa (el Real Madrid no ha encajado ningún gol con Tchouaméni de central) y las dudas que despierta el estado de forma de Nacho en el cuerpo técnico podrían abrir al francés las puertas de la titularidad en el derbi… aunque sea como central.