Harry Kane fue ofrecido al Real Madrid dos días antes de que el jugador aceptara la oferta del Bayern de Múnich, que ya tenía un acuerdo con el Tottenham por 100 millones, pero el club blanco rechazó la opción de incorporar al delantero internacional inglés.
Fue el primer nombre de la lista dude delanteros que sugirió Carlo Ancelotti al Real Madrid cuando se hizo oficial la marcha de Benzema a Arabia Saudí. Pero no hubo consenso porque en el club blanco no estaban dispuestos a pagar 100 millones por Harry Kane, un futbolista que está a punto de cumplir 30 años y al que sólo le restaba una temporada de contrato con el club de Daniel Levy.
Harry Kane había entablado conversaciones con el PSG y con el Bayern, pero lo paró todo en cuanto supo que podía ser candidato a llevar el 9 del Real Madrid. No hubo caso. En la Dirección Deportiva del club blanco se daba prioridad a la llegada de Mbappé, aunque hubiera que esperar una temporada más, antes que al multimillonario traspaso de un jugador buenísimo pero casi siete años mayor que el francés.
Harry Kane, el preferido de Ancelotti
Así que el Real Madrid se olvidó de Harry Kane antes incluso de que llegara a iniciarse un culebrón por su fichaje. Ancelotti, sabedor de su caducidad en el banquillo del Bernabéu y de su nulo peso en las decisiones estratégicas del club, levantó la ceja y se encogió de hombros. Asumió que debería tirar con Rodrygo, Vinicius y Joselu.
El 10 de agosto el Tottenham y el Bayern llegan a un acuerdo para el traspaso de Harry Kane por 100 millones más variables entre 10 y 20 kilos extra. Kane pide 48 horas para pensárselo y amenaza con marcarse un Mbappé y quedarse a cumplir su contrato. En ese momento sus agentes contactan con el Real Madrid, justo a dos días de debutar en San Mamés, el mismo día de la lesión de Courtois. El club blanco vuelve a cerrarle la puerta. Y ahí termina la historia de un sueño que se frustró para Kane… por culpa de Mbappé.
