Deportes
El español se queda en octavos de final (6-4, 4-6, 6-4, 6-3)

Tiafoe despide a Nadal del US Open

Rafael Nadal se despidió del US Open en octavos de final después de caer en cuatro sets ante un inmenso Frances Tiafoe

Nadal: «Quiero volver a casa, tengo cosas más importantes que el tenis que atender»

Ver para creer: el puntazo de Nadal en el momento más delicado del partido frente a Tiafoe

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafael Nadal dice adiós al US Open en octavos de final. El tenista español se encontró enfrente con una versión sideral de Frances Tiafoe, que unida a un día gris en su tenis le manda de vuelta a casa antes de lo deseado, dejándole además con opciones limitadas de reconquistar el número uno. Tiafoe, cabeza de serie número 22, fue el héroe norteamericano que los aficionados locales esperaban y bombardeó a Rafa (6-4, 4-6, 6-4, 6-3) durante las tres horas y media de partido, en las que fue superior al tetracampeón en Nueva York.

Con una derecha mortal y un revés heterodoxo pero que hizo las delicias del público, Tiafoe completó una paleta de golpes en la que el saque, a más de 220 por hora en sus máximos, también colaboró con mención especial. Nadal, por su parte, se mostró frustrado e inspirado a pequeños ratos que no fueron suficientes, completando una actuación en el US Open peor de la que él mismo presagiaba, después de no sentirse cómodo en demasiados momentos. Después de 22 victorias consecutivas en Grand Slam en 2022, el mejor tenista del año, al que se le vio cansado y más lento de lo que acostumbra durante todo el partido, cayó y cedió su imbatibilidad.

El cuarto escollo de Nadal en el US Open no era otro que Frances Tiafoe, la última esperanza del tenis norteamericano en el cuadro masculino y un tenista que llegaba en un momento inmejorable a los octavos de final en Nueva York. Tres encuentros y tres triunfos sin perder un set para el norteamericano, que había asegurado estar preparado para derrotar a Rafa por primera vez en su carrera en el escenario más especial. El público estaría de su lado, quedaba por ver si su tenis y la personalidad que le caracterizan también.

Las dudas quedaron disipadas con Tiafoe en un primer set en el que se pudieron ver todas sus características de forma positiva. Su golpeo, extraño tanto de derecha como de revés, le daba réditos de forma diferente pero con resultado similar y muy positivo. Mientras que con el revés, de absoluta rigidez, sacaba ventaja con golpes planos y precisos, con la derecha, con la que se invertía de forma habitual, lograba una exactitud memorable teniendo en cuenta los riesgos que tomaba y el efecto que daba con la muñeca.

El resultado de este comienzo fue un break ante Nadal, que no terminaba de encontrarse y lanzaba demasiado corto como para mantener la iniciativa, y un 6-4 que catapultaban a un desafiante Tiafoe a conseguir una de las victorias de su vida. Un set perfecto que obligaba a la reacción del cuatro veces campeón si no quería marcharse a casa antes de tiempo.

Desdibujado tenísticamente por la humedad, se vio una versión alicaída de Nadal durante muchos minutos, aunque ello no le alejara de la competitividad. Rafa es un animal en este aspecto y es capaz de sobrevivir en un mal día como ningún otro en el circuito. Así, buscando soluciones y, mientras, sumando juegos al servicio, se le abriría una gran oportunidad.

Nadal solventó sus mínimos problemas al servicio en el segundo set y con 5-4 a favor esperó el error de un tenista que, por sus riesgos, debía fallar en algún momento. Tiafoe estaba cuajando un encuentro extraordinario pero las dudas y unos milímetros acabaron dándole al español el segundo parcial, por 6-4, tras una doble falta del tenista local. Había partido pero Nadal necesitaba subir un punto más.

Nadal se agota y dice adiós

El partido entró entonces en un impasse en el que todo parecía muy igualado y ambos se mostraban sólidos al saque. Fue ahí, como sucediera en el primer set, cuando Tiafoe aparecería de la nada y al resto, utilizaría una sola pelota de break para quebrar de nuevo a Nadal. Su juego de set fue inmejorable, levantando un 0-15 con dos derechas inexistentes y un ace abierto con el que se quedaba a un solo parcial de la gloria.

El cuarto set podía haber dado paso a la esperanza, de hecho lo hizo por un momento, pero acabó siendo el calvario que enterró las pocas posibilidades de supervivencia de Nadal en el US Open. El manacorí comenzó rompiendo pronto, a la segunda, y animándose de que forzar el quinto era posible, pero a partir de ahí y penalizado sobremanera por las dobles faltas, fue cediendo terreno ante un Tiafoe, no nos cansamos de repetir, excelso, que con tres breaks consecutivos hizo frente a la remontada y consiguió culminar la mayor victoria de su carrera en el día más grande que se le recuerda, tenísticamente hablando.