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Liga Santander: Real Madrid – Getafe

El Madrid se pone en marcha

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Victoria cómoda, fácil y solvente del Real Madrid ante un Getafe discreto, áspero y cobardón. Los blancos dominaron abrumadoramente el juego y rozaron el 80 por ciento de posesión de la pelota. Eso sí, no tuvieron la pegada ni las llegadas de la era Zidane. Quizá porque faltaba Cristiano. Pero estaba Bale. Suyo es el nuevo Madrid y por eso el galés se destapó con un partido en el que firmó un gol y una asistencia.

Perdida (y bien perdida) la Supercopa Lopetegui y su nuevo-viejo Real Madrid se presentaban en el Bernabéu con una extraño tufillo en el ambiente de que el futuro es muy oscuro, como cantaba Antonio Molina, y de que cualquier tiempo pasado fue mejor, como escribió Jorge Manrique. El equipo ha perdido dos de las cuatro patas que le sostenían (Zidane y Cristiano), que es como si a los Beatles les quitas a John Lennon y Paul Mccartney. Y por no venir, aquí no ha venido ni Yoko Ono.

El caso es que Lopetegui se enfrenta a la oportunidad de su vida con un equipo que el año pasado, además de lograr su tercera Champions consecutivas, dio peligrosos síntomas de agotamiento –a 20 puntos del Barça en Liga y eliminado en el Bernabéu por el Leganés en Copa– y sin que (de momento) le hayan comprado a nadie para suplir aunque sea una porción de la tarta de los goles de CR7. Pero Julen sabe que no está en el Real Madrid para exigir, así que calla y aguanta.

Aguantó en el once con un equipo casi calcado al que cayó contra el Atleti en Tallin, quizá porque Lopetegui es consciente de que es mejor empezar la Liga con el pie derecho que darse un trastazo a las primeras de cambio. Bajo palos repetía Keylor Navas, quién sabe si por última vez esta temporada, con una defensa de la que salía Varane y a la que entraba Nacho. Repetían Carvajal, Ramos y Marcelo. También en el centro del campo descansaba Casemiro y entraba en su lugar Ceballos. A su lado, otra vez titulares Kroos e Isco. Y arriba la BBA: Bale, Benzema y Asensio.

Manda el Madrid

Salió dominador el Real Madrid (faltaría más) como si quisiera hacer los deberes por la vía rápida. El Getafe, lejos de achicarse, dispuso un equipo muy adelantado, estrecho como la minifalda de una gogó, que acortaba el césped para incomodar al equipo de Lopetegui. Pido perdón por anticipado porque se me escapará alguna vez el equipo de Zidane, que son muchos años.

Un cuarto de hora tardó el Real Madrid en asomarse a la portería de David Soria. Fue un centro medido, de una perfección inhumana, de Marcelo al área getafense. Allí la atacó Bale en plancha con un cabezazo violento que repelió el larguero. Fue un remate plástico y precioso, de esos que Cristiano solía meter.

A la segunda sí encontró el gol el Madrid. Fue una jugada un poco confusa y fea, pero fue gol. El centro desde la izquierda lo puso Bale y David Soria despejó groseramente mal. Metió la mano y no el puño, así que su despeje se quedó para que Carvajal marcara de cabeza un gol de fútbol-playa. Sólo tuvo que bombearla un poquito para que le saliera una vaselina que valía el 1-0.

El gol no aplacó el dominio del Real Madrid ni alteró el plan del Getafe, que prefería seguir sin descoserse en lugar de buscar el empate. Los de Lopetegui cargaban por la izquierda, su lado guapo con Marcelo y Bale muy activos. Al filo del 34 el VAR anuló un medio penalti a Sergio Ramos por un fuera de juego previo de Benzema. Acertó. Mola esto del VAR.

Bale tira del carro

El juego del Real Madrid reposaba en las espaldas de Bale, cómodo por la banda izquierda como Pedro Sánchez en el Falcon. Pero se consumían los minutos y tampoco había ocasiones que inquietaran a David Soria. Así que con la parroquia blanca discutiendo de si su equipo tiene que hacer uno, dos o tres fichajes, sobrevino el descanso.

Arrancó el segundo acto con el Real Madrid de nuevo al ataque y el Getafe perdidísimo. Sobre todo Djené, que se dejó comer la tostada ante la presión de Asensio, le regaló el balón en la frontal y entonces pasó lo que tenía que pasar. Marco levantó la cabeza y asistió a un Bale que irrumpió por el segundo palo para hacer el 2-0. Que pudo ser 3-0 un minuto después si el propio Asensio no se hubiera topado con el palo en su remate fuera del área.

Con el partido (casi) cerrado Lopetegui metió a Casemiro por Isco. El Bernabéu quería ver algo nuevo (vamos, quería ver a Vinicius), pero de momento se quedaba con las ganas. El dominio del Real Madrid era casi agobiante ante un Getafe insulto y romo con la pelota. En el 70 entró Modric por Ceballos para que el croata siga cogiendo ritmo.

En el 75 Estrada Fernández se hizo el ciego en un penalti clamoroso sobre Asensio. Como se inhibió y la jugada finalizó, pues no hubo VAR, pero era un penalti como un piano de cola. El tercer cambio fue Lucas Vázquez por un Bale, que había sido el mejor del Real Madrid.

Pasaron los minutos y el Real Madrid acabó cerrando una victoria cómoda y solvente. Dominó el partido y jamás sufrió, pero dejó la sensación en el Bernabéu de que tiene demasiado la pelota, pero le falta llegar más al área. En todo caso, para el Madrid y para Lopetegui, mejor empezar con una victoria.