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EUROLIGA: REAL MADRID 83 - ESTRELLA ROJA 87

El Real Madrid se pega un tiro en el pie

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid está en crisis. Cinco derrotas en los últimos seis partidos en Euroliga obligan a la reflexión. Las lesiones han hecho mucho daño al equipo blanco, pero una cosa es esa y otra permitir que el Estrella Roja se te suba a las barbas en tu propia casa. El colista salió victorioso del Palacio con 17 triples y ganando el partido un tipo de 35 años, de vuelta de todo, llamado Pero Antic, que hace un lustro fue el verdugo madridista en la Final Four de la Euroliga.

Los blancos se buscaron el problema ellos solitos. Sin defensa ni actitud es difícil que las cosas salgan bien y más ante un rival que se aprovechó de la relajación de unos blancos que volvieron a depender de Luka Doncic –20 puntos y 32 de valoración– y que murieron en las decisiones, poco acertadas, en el último minuto de un chico de 18 años al que se le está exprimiendo cada gota.

El 24-19 del primer parcial, sin embargo, hacía presagiar que el Madrid podría tener un encuentro plácido. Estrella Roja asemejaba un rival carente de envergadura y de físico para poder enfrentarse a los blancos. Los locales se creyeron esa cantinela y en el segundo periodo fueron masacrados a triples hasta que los visitantes se marcharon de siete puntos al descanso.

La sala de máquina blanca era una tragedia. Campazzo vive en el nerviosismo constante, Doncic ya no quiere ser base y Randle no da el nivel. Así se explican las 14 pérdidas de balón blancas y cómo los serbios llegaron al último cuarto con nueve tantos de ventaja.

Cuando la sangre parecía que iba a llegar al río, Doncic y Rudy emergieron en un ataque de casta. El Madrid empezó a defender sorprendentemente y los balcánicos ya no tenían tan claras sus ideas. La mala suerte se cebó con los de Laso con una brecha que sacó a Rudy del partido e introdujo a Carroll y Campazzo para desgracia blanca. Los dos cometieron faltas cuestionables en los dos últimos minutos dando puntos fáciles a los visitantes, mientras se buscaba el milagro al otro lado de la cancha.

El Madrid tuvo en las manos de Doncic resolver a 30 segundos del final. Se quedó en un cara a cara con el viejo y lento Antic. El esloveno, sin embargo, se hizo un lío fintando en exceso el tiro y luego perdiendo el balón intentando un pase imposible a Felipe. En la siguiente jugada, el internacional macedonio resolvió el duelo tras una falta de entendimiento defensivo que dejó a Felipe Reyes vendido para ver cómo su marca anotaba un triple que era la puntilla.

Laso y su equipo deben reflexionar tras ver cómo la gestión de los últimos segundos empieza a ser la asignatura pendiente del equipo en el último mes. Los dos últimos partidos, posiblemente, no se hubiesen escapado de la mano con el lesionado Llull en cancha, pero hay lo que hay. El Madrid tiene que aprender a resolver antes y no dar vida a rivales que son evidentemente inferiores en muchos aspectos.