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Pogacar devuelve el golpe a Vingegaard en Cauterets

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Cuando todo parecía en contra, Tadej Pogacar sacó la clase que atesora un bicampeón del Tour de Francia. El esloveno encajó un duro golpe el miércoles a manos de Jonas Vingegaard y al día siguiente le consiguió devolver el revés con un ataque espectacular en la ascensión final a Cauterets. El ciclista del UAE recuperó 28 segundos en la general, aunque el maillot amarillo recayó en el jefe del Jumbo tras la ventaja de un minuto obtenido ayer.

El equipo Jumbo tenía entre ceja y ceja que su hombre para todo Wout van Aert debía estar en la fuga. El belga desató los ataque desde el kilómetro cero formando una numerosa escapada con otros nombres ilustres como Julian Alaphilippe o Mathieu Van der Poel. Faltaba algún escalador, pero la sensación era que esa fuga podía caminar tranquilamente hasta las faltas del mítico Tourmalet.

En el coloso pirenaico, las hostilidades se desastaron en el pelotón en busca de la debilidad que el miércoles exhibió Pogacar. Sepp Kuss forzó el ritmo quedándose a solas el norteamericano con su líder Vingegaard y con el esloveno. El bicampeón del Tour sabía que su rival se iba a tirar un órdago en pos de escapar, unirse a Van Aert y dejarle aislado.

Pogacar tiró de corazón para agarrarse a Vingegaard en su peor momento. El Jumbo le vio sangrar, pero no supieron despegarle. En el eterno descenso del Tourmalet, Van Aert se quedó para ayudar a su jefe de filas. El belga marcó el ritmo en la ascensión final a Cauterets esperando que Vingegaard pudiese rematar el trabajo.

El danés atacó a cuatro kilómetros, pero no pudo despegarse de Pogacar. El vigente campeón del Tour estaba con dudas porque no era capaz de despegar a su archienemigo y esa falta de seguridad fue aprovechada por el esloveno en un ataque salvaje a tres kilómetros de meta. El líder del UAE soltó el golpe y no miró atrás haciendo una contrarreloj en esos metros finales para sacar 24 segundos (28 con la bonificaciones) sobre Vingegaard.

El Tour de Francia está más vivo que nunca después de que los dos pesos pesados del pelotón internacional hayan intercambiado golpes en los dos primeros días de montaña. Pogacar se llevó la satisfacción de ganar en Cuaterets, lugar donde Miguel Indurain ganó en 1989 anticipando su hegemonía de cinco Tours de Francia posteriores.