La otra lesión de Nadal que permite adivinar su fecha de regreso a las pistas

Rafael Nadal se enfrenta ante una situación que ya vivió en el pasado, pero que puede influir mucho en su futuro cercano como tenista profesional. El tenista español de 36 años de edad –cumplirá 37 en junio– se lesionó en el partido de segunda ronda del Open de Australia ante el norteamericano Mackenzie McDonald y acabó cediendo aún negándose a retirarse del partido. Una actitud ejemplar y una lesión que le es familiar a Nadal, por lo que atendiendo al precedente, que data de 2018 y en unas fechas calcadas, podemos vislumbrar cuáles podrían ser los pasos que de el aún vigente campeón en Melbourne de cara a su futuro más cercano.

Horas después de su dura derrota, que el propio Nadal calificó como muy dura, se anunciaba el diagnóstico de su lesión. «Buenas tardes. He realizado pruebas médicas tras la derrota en el día de ayer. La resonancia magnética muestra una lesión grado dos en el psoas iliaco de la pierna izquierda. Ahora toca. Reposo deportivo y fisioterapia antiinflamatoria. Tiempo normal de recuperación seis a ocho semanas», comentaba Rafa en un breve comunicado emitido a través de sus redes sociales oficiales.

Tal y como informó en OKDIARIO el doctor Vicente de la Varga, la lesión producida en la pierna izquierda de Rafa Nadal es muy similar, casi calcada, a la que sufrió en el Open de Australia 2018, también en cuartos de final frente al croata Marin Cilic. Entonces, y pese a que la dolencia era sensiblemente más leve según el diagnóstico, Nadal permaneció de baja durante más de dos meses, regresando en la gira de tierra batida con el Masters 1000 de Montecarlo.

Por tanto, y a la espera de que se vayan produciendo los acontecimientos, Nadal podría esperar y no competir en los Masters 1000 de Indian Wells y Miami – en este no tenía ya prevista su participación– y así prepararse de forma óptima para el tramo más importante de la temporada para él, la llegada de su superficie predilecta y en la que mejores resultados puede obtener.

Si regresamos al precedente de 2018, Nadal volvió en plena forma coincidiendo con la llegada de la tierra batida. El tenista balear, conquistó los títulos de Montecarlo, Barcelona (Trofeo Conde de Godó) y Roma, además de dos partidos ganados en la Copa Davis, donde regresó a comienzos de abril, y unos cuartos de final en el Mutua Madrid Open. Alargar una semanas el proceso de recuperación resultó ser una decisión positiva para el devenir de la temporada de Nadal, que además conquistó una vez más el título de Roland Garros, cediendo un solo set en todo el torneo, completando así una gira de tierra en la que ganó todos sus partidos a excepción de uno – los cuartos de final en Madrid ante Dominic Thiem–.

La gran decisión de Nadal

Cinco años después, Nadal se ve en un caso casi calcado al vivido en 2018, con la ineludible diferencia de que el manacorí va camino de los 37 años y que los resultados logrados entonces deben rozar la perfección para ser igualados. Sin embargo, contar con este precedente puede servir como guía para ir adivinando cuál puede ser el camino del todavía número dos del ranking ATP en un proceso de recuperación abierto y en el que, según la prescripción médica, se le presuponen un máximo de dos meses de baja. A partir de ahí llegar a la gran decisión de Rafa Nadal: forzar para jugar alguno de los torneos restantes de la gira de primavera en pista dura y luchar por mantener el top-10 o prepararse a conciencia para el tramo de la temporada en el que la tierra batida y por ende su juego, de estar al máximo, son los grandes protagonistas del circuito.