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Los jugadores de la selección de Hockey hierba nos hablan de su aventura en los Juegos

«La organización de los Juegos de Río fue un auténtico desastre»

Los jugadores de la selección olímpica de hockey hierba Álvaro Iglesias y Bosco Pérez-Pla visitan OKDIARIO tras su aventura en los Juegos de Río 2016. Los Red Sticks de Fréderic Soyez se quedaron a las puertas de medalla Olímpica tras perder en los cuartos de final ante Argentina en un final cruel y polémico.

Pregunta: ¿Cómo vivisteis la convocatoria de los Juegos de Río?

Álvaro Iglesias: La verdad es que fue una sorpresa porque fui el más joven en llegar. En mi caso, me sentí muy contento de cumplir un sueño que tenía desde pequeño.

Bosco Pérez-Pla: Yo he vivido las dos situaciones, tanto la de estar fuera como dentro y la verdad que hasta que no te dicen que estás convocado es complicado de llevar.

P: ¿Se hace muy largo esperar cuatro años para participar en unos Juegos Olímpicos?

Bosco: La verdad es que se hace duro, ya que hay que estar rindiendo muy bien durante esos cuatro años para estar donde hemos estado. Lo que cuenta es estar fino con tu club y destacar sobre el resto los meses previos a la llamada del seleccionador.

P: ¿Cómo es la sensación de estar junto a vuestros ídolos en la ceremonia de apertura en Maracaná?

Bosco: No sabes lo que es la ceremonia hasta que la vives desde dentro. Desde mi punto de vista creo que los españoles somos los que más la liamos y más disfrutamos del momento. Todos queríamos estar cerca de Rafa Nadal, ya que para la mayoría de nosotros es lo máximo. Viví un sueño que quise inmortalizar grabando con el teléfono.

Álvaro: La verdad que yo quería grabar todo con el móvil, pero con los nervios y la euforia del momento se me olvidó completamente. Una vez entras al estadio y ves a todo el mundo gritando te guardas el teléfono y empiezas a saludar y a vivir esos tres minutos únicos que no te va a quitar nadie.

P: ¿Costó mucho levantarse tras la derrota en el último minuto ante Argentina?

Bosco: Nuestro objetivo antes de viajar a Río era llegar a esos cuartos de final ante Argentina. Sin embargo, aunque pensáramos que el objetivo estaba cumplido, te ves en cuartos de final y quieres llegar lo más lejos posible. Todo el mundo tenía la cabeza en llegar a semifinales. Sinceramente, no creo que tengamos tan cerca una semifinal Olímpica como la que hemos dejado escapar.

Álvaro: A mí personalmente me dolió mucho, ya que empezamos la fase de grupos muy fuertes clasificándonos como segundos y eso es lo que nos dio fuerzas y nos hizo soñar con esa medalla que se nos escapó. Nuestro juego se parecía mucho al del Atlético de Madrid, un equipo rocoso y muy unido.

P: ¿Qué nos podéis decir de la organización, los transportes y las infraestructuras de la villa Olímpica?

Bosco: Antes de llegar, nosotros veíamos en los medios que todo estaba por terminar. Una vez que llegamos a la villa vimos que estaba muy sucia y se notaba que estaba terminado deprisa y corriendo. El tema de transportes ha sido un auténtico desastre, periodistas y amigos tenían que aguantar horas de tráfico para venir a vernos. Sin duda lo que más me sorprendió fue que ningún organizador ni voluntario sabía nada de nada.

Álvaro: Había máximo cuatro o cinco personas que hablaran inglés y menos mal que hablando entre medio castellano y portugués podías entenderte. Ningún voluntario te facilitaba las cosas en Río.

P: ¿Es un mito lo del sexo en la villa Olímpica?

Álvaro: (risas) Lo de las máquinas de preservativos era como de broma. Todo el mundo que pasaba por el comedor giraba la máquina de los preservativos y cogía más de uno. Es gracioso porque era como una máquina de chicles.

Bosco: (risas) Todo el mundo aplaudía cada vez que se oía la máquina de preservativos girar. Nos llamaba la atención la gente que sacaba hasta veinte de una misma tirada. Seguro que había sexo en la villa, pero respecto a los rumores de habitaciones de máscaras y demás no hemos visto nada.