Deportes

No todo es culpa de Julen

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Pues no. No todo es culpa de Julen. ¿Que esto va a acabar con su cabeza rodando como la de Ned Stark en Juego de Tronos? Posiblemente. Su destitución, si se produce o cuando se produzca, no será inmerecida, pero sí injusta. Puede que la elección de Lopetegui para entrenar al Real Madrid no fuera la más adecuada –vive Dios que el hombre era Klopp–, pero Lopetegui no es culpable de muchos de los males de este equipo.

Para empezar a Lopetegui le dieron un equipo mucho peor que el que dejó Zidane. Uno, porque todos los pesos pesados tenían un año más que la temporada pasada. Quiero decir, que Marcelo, Ramos, Modric o Benzema ya no pueden sacar el abono joven de la Comunidad de Madrid. Y dos, un dos muy grande, un dos gordísimo, porque se fue Cristiano Ronaldo y no vino nadie para suplirle. No vino Neymar. No vino Mbappé. No vino Kane. No vino Lewandowski. No vino Hazard. No vino Icardi. Por no venir, no vino ni Dybala. Y eso no es culpa de Lopetegui.

El plan de emergencia del Real Madrid era que Bale, Benzema y Asensio se repartieran los goles de Cristiano. Un imposible por no decir una estupidez. Eso no podía arreglarlo Lopetegui. Quizá sí fue su culpa no alzar la voz para reclamar lo que otro (Mourinho, por ejemplo) sí habría exigido: fichajes y de nivel. Advertir de la temeridad que estaba cometiendo el club por dejar vacía la taquilla de Ronaldo.

A Lopetegui le quitaron a Cristiano y se calló. A Lopetegui le quitaron a Kovacic y protestó, pero bajito y poco. Julen ha querido (y perdón por hablar en pasado) ser un entrenador de club y el club le está devorando. El Real Madrid es un monstruo muy grande y estaba claro que Lopetegui no podía decir que no a la oportunidad de sentarse en el banquillo del Bernabéu, pero ahora tiene la soga al cuello por ser demasiado huevón. Ha cometido fallos, por supuesto, pero no todo lo que le pasa a este Madrid es culpa de Julen.