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Nadie en el vestuario del Barcelona llora por Luis Enrique

Ningún jugador del Barcelona se ha pronunciado en las redes sociales sobre el adiós de Luis Enrique. El técnico azulgrana anunció tras el partido que la próxima temporada no seguiría entrenando a los azulgrana. La noticia dejó boquiabiertos a todo el vestuario, o eso dijo Rakitic, que se hizo el silencio durante unos instantes. Aunque por dentro la noticia no les desagradaba. Su deseo se había cumplido. El asturiano no continuaría en el banquillo.

Como ha ido contando puntualmente OKDIARIO, la plantilla no quería que Luis Enrique renovara. La relación entre el entrenador y sus pupilos se ha ido desgastando con el paso de los años. Esta temporada ha terminado de estallar la bomba. Messi sencillamente no le traga desde que le sentó en Anoeta en su primera temporada. Desde entonces, Leo ha aguantado hasta que al fin le han dado la gran noticia.

Ya sólo quedan cuatro meses para el fin de una etapa. De hecho, cuando le cambia frente al Sporting, el técnico no se acerca a darle la mano. La tensión se respiraba en el ambiente. También ha tenido sus más y su menos con Piqué por el tema arbitral. Luis Enrique se puso de parte del club, mientras la plantilla respaldaba a su compañero.

Su adiós ha supuesto un alivio para los jugadores. Consciente de ello, ante la posibilidad de que se produjera un incendio, el Barcelona impuso la censura en sus jugadores. Quedaba totalmente prohibido hablar del tema. El único que lo incumplió fue Rakitic, que desveló como se quedó el vestuario tras conocer la noticia.

Un día después de la aplastante victoria frente a los de Rubi, algunos jugadores han mostrado cierta actividad en sus redes sociales. Pero ninguno se ha pronunciado sobre el tema que copa las portadas de la prensa catalana. Ningún jugador, de los 22, se ha referido a la renuncia de Luis Enrique. La mayoría eran imágenes del partido o del entrenamiento matinal, otros aprovecharon para colgar instantáneas con su familia o visitas ilustres como la del campeón olímpico Santi Lange. Ninguno lloró por Luis Enrique.