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Mundial 2018 Rusia

Mundial 2018: Alemania tiene su ‘caso Piqué’: Gündogan, abucheado por sus propios aficionados

Gündogan fue pitado por los fans de Alemania en el amistoso contra Arabia Saudí

La selección de Alemania vive en sus propias carnes un ‘caso Piqué’. El protagonista es el centrocampista alemán Ilkay Gündogan, que fue sonoramente abucheado en Leverkusen durante el amistoso contra Arabia Saudí (2-1), por parte de un sector de la hinchada que le reprocha haber posado en una fotografía con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el pasado mes.

La imagen de Erdogan con Gündogan y con Mesut Özil, que no jugó este viernes por una leve lesión, continúa agitando los ánimos en Alemania.

Gundogan, Özil y Tosun posan el presidente turco Erdogan. (Getty)

Los pitos se produjeron cuando Gündogan entró en el partido en el minuto 57 y en distintas fases del partido. El cuerpo técnico y los responsables de la Mannschaft quieren centrarse en la preparación del Mundial y reprochó a los periodistas que sigan hablando del asunto, varias semanas después.

«No pararéis nunca», dijo el mánager de la selección alemana, Oliver Bierhoff, a la televisión ARD tras el partido ante los saudíes. «Ponéis eso encima de la mesa todos los días porque no tenéis otros temas», reprochó.

El seleccionador Joachim Löw, cuando Gündogan entraba al campo, se giró hacia el público e hizo una señal de aplauso, intentando que cesaran los abucheos.

«No ayuda a nadie abuchear a un jugador del equipo nacional», declaró el entrenador tras el partido, visiblemente molesto. «¿Qué tiene que hacer Ilkay ahora? Se hizo una foto, vale. Pero luego habló con la prensa y dijo que era fiel a los valores alemanes. Llega un momento en el que hay que pasar página», dijo.

El 13 de mayo, Gündogan y Özil participaron en Londres en un encuentro de la comunidad turca con el presidente Erdogan. Le regalaron camisetas del Manchester City y el Arsenal. Las fotos del acto fueron publicadas en las redes sociales por el equipo de Erdogan, en plena campaña electoral.

La Federación Alemana de Fútbol reaccionó en caliente, acusando a sus futbolistas de dejarse manipular: «El fútbol y la DFB defienden valores que no son para nada tenidos en cuenta por el señor Erdogan».