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Acusan a Miguel Galán, candidato de la federación madrileña, de no pagar a sus trabajadores

Un ex director de una de las escuelas de Cenafe asegura que tanto él como otros trabajadores no han recibido los pagos por parte de Miguel Galán, presidente de la escuela y candidato a la presidencia de la Federación de Fútbol de Madrid

Queda menos de una semana para que se celebren las elecciones a la Federación de Fútbol de Madrid y a Miguel Galán, uno de los candidatos que ha presentado varias puntos controvertidos en su programa electoral, le acusan de no pagar a algunos de los trabajadores con los que ha contado en Cenafe, la escuela de entrenadores que preside.

Miguel Galán ha presentado su intención de celebrar anualmente un polémico torneo que ha llamado Ramadán Cup. Este candidato asegura disponer de 400.000 euros para que se pueda llevar a cabo, algo que muchos dudan, más aún viendo los testimonios de ex trabajadores de Cenafe que todavía están esperando que el candidato a la RFM les pague lo que le deben por los servicios prestados.

«Mi experiencia con Miguel Galán ha sido de las más nefastas en lo profesional», comienza explicando un ex director de una de las escuelas de Cenafe que preside este candidato. «Dirigir uno de sus centros de Cenafe en una comunidad autónoma ha sido mi peor experiencia profesional. No sólo la mía, sino de todos los que me rodearon durante el curso que estuvimos al frente de la escuela de entrenadores», asegura.

El motivo es claro: no recibir el salario al que se había comprometido Miguel Galán. «El no haber cobrado, estar abandonados desde el primer momento y, sobre todo, la gente que estaba trabajando y desarrollando el curso», comenta este ex director de una de las escuelas de Cenafe.»Incluso hay alumnos que a día de hoy siguen sin tener sus propios títulos de entrenador», añade.

Por último, como entrenador y persona que se dedica profesionalmente a la formación en el fútbol madrileño esta persona es clara: «Creemos y queremos que Madrid, de una vez por todas, tenga una federación competitiva y que no se trate de personas que hacen negocio con el trabajo de otros, a los que, a día de hoy, se les debe mucho dinero y seguimos sin cobrar»,.