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Liga Santander: Deportivo - Barcelona

Messi canta el alirón

El Barcelona se impuso por 2-4 en Riazor en un partido en el que tuvo que sudar para cantar el alirón. Leo Messi hizo el tercer tanto azulgrana cuando había tablas en el marcador, enviando la Liga a Barcelona y al Deportivo a Segunda.

El Barcelona, ansioso por conseguir un punto para proclamarse matemáticamente campeón de Liga, llegó a un Riazor que le recibió con un pasillo en honor al título de Copa. El único que verán esta temporada, porque ya el Real Madrid avisó de que en la próxima jornada nanai. 

Con Iniesta en el banquillo -Coutinho ocupaba su puesto- el Barça era campeón desde el comienzo del encuentro gracias al punto que le daba el 0-0 inicial. Estaba claro que no se iban a conformar con las tablas, por lo que buscaron rápidamente el gol que abriera la lata. No tardó en llegar, tan sólo 7 minutos.

Dembélé asistió a Coutinho para que el carioca, con un disparo colocado a la escuadra, pusiera el primero del cuadro azulgrana en el luminoso de Riazor. A todo esto, en una Liga con menos intriga que en una película Misión Imposible, el Deportivo sí que tenía una misión…pero esta vez imposible de verdad, no como las de Tom Cruise, que siempre terminan bien.

Los gallegos se jugaban la permanencia y no podían medirse al peor rival posible. Los de Seedorf se pusieron el mono de trabajo y trataron de dar la cara. El colegiado les anuló un gol por posición antirreglamentaria de Lucas Pérez. Durante unos segundos el tanto subió al casillero deportivista, pero una charla entre linier y árbitro terminó quitándole la diana al gallego. Una especie de mini-var, la antesala de la que nos viene la próxima temporada.

El Deportivo quería morir muriendo y rompió el centro del campo. Esto facilitaba las llegadas del Barcelona. Coutinho y Leo Messi las tuvieron, pero las mejores ocasiones sucedieron en el área de Ter Stegen. Los cuatro o cincos jugadores que siempre estaban arriba incomodaron al meta alemán, además de sacarle las vergüenzas a un centro del campo del Barcelona que era incapaz de cortar las arremetidas locales.

Tanta osadía y valentía acabó siendo injusta con el Deportivo. Cuando más se merecía el empate, un pase con el exterior de Luis Suárez al segundo palo encontró a Messi, que la reventó y la mando al fondo de la red, previa ayuda de un Rubén que no consiguió atajarla.

El Deportivo reacciona

La permanencia estaba en juego y eso no amedrentó al Deportivo, que respondió con contundencia en forma de gol. Borja Valle, muy activo durante el primer acto se la puso justo donde aparecería Lucas Pérez para ganarle la posición a Jordi Alba y mandar el cuero a la jaula, dejando petrificado en forma de estatua a Ter Stegen.

Ya en la segunda mitad, el Deportivo perdió un poco de fuerza. El Barcelona se hizo dueño y señor del balón. Y para señor, Andrés Iniesta. El de Fuentealbilla saltó a calentar y Riazor entero se fundió en una gran ovación para del manchego.

Pero si por algo explotó el feudo del Deportivo fue por el empate de los suyos. Otra gran acción individual de Borja Valle permitió a Celso dejársela en bandeja a Emre Çolak para que pusiera el 2-2. Volvieron a crecerse los de Clarence Seedorf, que un minuto después pudieron voltear el marcador pero el balón se paseó entre Ter Stegen y su defensa.

La Liga de Messi… y de Ter Stegen

Los coruñeses pasaron a tener el control y dominar, pero una cosa era mandar en el campo y otra en el rectángulo defendido por el guardameta alemán del Barcelona. Schar le puso a prueba y el germano respondió de diez al blocar su cabezazo abajo y pegadito al palo.

Entraba Paulinho para dotar de más fuerza al centro del campo. El que se iba era Coutinho. Poderío físico por calidad. Quién te ha visto y quién te ve, Barça. Hasta perdiendo tiempo se les veía a los de Ernesto Valverde. Messi desaprovechó un error de Guilherme. Rubén detuvo un mano a mano clarísimo de Luis Suárez.

Segundos después, ambos harían la jugada del partido. Tiraron una pared en el punto de penalti y Leo Messi terminó mandando la pelota a la red, la Liga a Barcelona y al Deportivo a Segunda. Aún así, el argentino tendría tiempo para hacer el cuarto y definitivo gol, justo antes de que Riazor, ya de luto por el descenso, brindase una calurosa ovación a Iniesta cuando saltó al terreno de juego.