Champions League: Barcelona - PSG

Mbappé tritura al Barcelona

El PSG, o mejor dicho Kylian Mbappé, pasó por encima del Barcelona en una nueva noche negra del club azulgrana. El PSG se impuso por 1-4 en el Camp Nou y deja la eliminatoria sentenciada salvo milagro culé

Mbappé, protagonista de los mejores memes del Barcelona - PSG

Mbappé

El Barcelona volvió a sufrir una bochornosa derrota europea. Los azulgranas estuvieron a merced de Kylian Mbappé de principio a fin. El delantero del PSG hizo un hat-trick en la victoria por 1-4 de los parisinos, con la que dejan encarrilada la eliminatoria y, salvo hecatombe, plantan pie y medio en los cuartos de final de la Champions League.

Las noches europeas volvían tras una espera que había sido agonizante. El himno de la Champions League resonaba en el Camp Nou. Esa melodía que es oro para los oídos de cualquier amante al fútbol. Una delicia esa sintonía, pero sobre el verde se esperaba una batalla entre dos clubes que son enemigos públicos. En los últimos años el PSG se ha cebado con el Barcelona: cada vez que los azulgranas querían a un futbolista, no sólo conseguían que no se fuera, sino que ‘de regalo’ se llevaban a un jugador culé. El caso más sonado, el de Neymar, al que los parisinos ficharon por los 222 millones de euros que tenía de cláusula de rescisión.

Además de Neymar, echando la vista atrás, por lesión tampoco estaba Sergi Roberto, héroe aquella noche de 2017 cuando el Barcelona se impuso por 6-1 al PSG en una épica remontada que estuvo guiada por Leo Messi y el propio Neymar antes de cambiar de aires. De aquel partido tampoco estaba hoy en el Camp Nou otro de los protagonistas: Deniz Aytekin. En su lugar, Björn Kuipers para dirigir la contienda a la espera de tener un partido con menos polémicas que el de hace años.

La gran sorpresa en el once del Barcelona fue el regreso de Gerard Piqué. El central azulgrana volvía a una convocatoria y al once tras 2 meses y medio en el dique seco. Junto a él, Lenglet, Jordi Alba y Sergiño Dest completaban la defensa. Sergio Busquets, Pedri González y Frenkie de Jong actuaban en la medular y Leo Messi, Dembélé y Griezmann formaban el tridente. Para rellenar el once y, más importante aún, detener los ataques de las tropas francesas estaba Ter Stegen. Delante, en el PSG, la gran novedad era la presencia de Moise Kean en lugar de Pablo Sarabia y la titularidad de Marco Verratti, que también retornaba tras una lesión.

Tras unos primeros minutos de respeto, testando al adversario, ambos conjuntos se mostraron tímidos como el que llegaba, en tiempos de prepandemia, a una discoteca. Con el paso del tiempo uno se va soltando y así fueron comportándose tanto Barcelona como PSG, pero como en cualquier noche de fiesta siempre hay alguien más echado para adelante, con más seguridad de sí mismo, y ese fue el combinado francés, que fue de menos a más durante todo el encuentro, dejando claro que a los culés todavía les quedan demasiado grandes este tipo de partidos pese a la mejoría en 2021.

En la primera mitad todo fue más igualado, pero en la segunda mitad el PSG se desmelenó, pero vayamos por partes. La primera gran ocasión del primer acto la tuvo Griezmann tras un buen pase de Pedri, pero el francés, muy escorado e incomodado, no puso en excesivos problemas a Keylor Navas. La respuesta la puso Icardi, que había superado a Ter Stegen, pero apareció el mismísimo Pedri para evitar el tanto. El canario te sirve para todo: ataca, defiende, pelea y provoca amarillas. Fue Gueye el que barrió al ex de Las Palmas y se llevó la cartulina.

Messi: gol y desaparecido

Cuando se rondaba la media hora llegó un penalti favorable al Barcelona. Kurzawa derribaba a De Jong y Kuipers no lo dudaba. Leo Messi agarraba el balón y fusilaba a Keylor Navas. La alegría duró poco porque instantes después Kylian Mbappé respondía. Era el inicio de su exhibición. La banda derecha culé era un coladero y desde ahí nació el empate. Centro de Kurzawa, toque sutil de Verratti y Mbappé la recoge, para bailar a Lenglet y soltar un zapatazo a quemarropa desde dentro del área chica.

Llegaron los dos goles y el partido se convirtió en lo que todo espectador quería. Mbappé se desmelenó y comenzó a traer de cabeza a la zaga de Ronald Koeman. El delantero del PSG se fusionó en Ronaldo Nazario y en Thierry Henry y comenzó a pasearse por el Camp Nou. Nadie era capaz de pararle. Ni con faltas, y eso que lo intentaron. Como se diría hoy en día, lo de Mbappé estaba siendo de locos. Y es que mientras que al Barcelona le costaba aproximarse al área de Keylor, los parisinos asediaban a Ter Stegen.

El portero del Barcelona tuvo que sacar manos estelares a Kurzawa o Moise Kean. También la tuvo Griezmann en una contra en la que arrancó corriendo desde su propio campo y, fruto de su falta de efectividad o del cansancio, cruzó en exceso su disparo cuando llegó al área rival. Así, con el PSG comenzándose a imponer en el juego, se llegó a un descanso del que volvieron los mismos protagonistas salvo Gueye, que bordeó la segunda amarilla durante toda la primera mitad. Por el ex del Everton entró Ander Herrera, puro talento español.

Mbappé, desencadenado

Rodó el balón en la segunda parte y lo de Mbappé ya fue de otro planeta. Era su noche. No falló y no desperdició esta oportunidad de reivindicarse ante el fútbol europeo. Sus cabalgadas, desmarques, regates y pases provocaban que el Barcelona no supiese qué hacer para frenarle. Kylian dejó a Piqué haciendo la croqueta y se la dio a Kean, que no dudó a la hora de disparar y obligar a Ter Stegen a hacer una palomita para salvar a los suyos. El guardameta alemán, acostumbrado a obrar los milagros, es incapaz de repetirlos cuando su defensa no ayuda.

Un pase en profundidad a Florenzi a la espalda de Jordi Alba, el ex de la Roma la pone al corazón del área y entre Ter Stegen y Piqué tratan de despejarla como pueden, dejando el balón muerto en el sitio perfecto para que Mbappé chutara a puerta e hiciera el segundo de la noche para el PSG. Estaba siendo un rodillo el equipo de Mauricio Pochettino pero el Barça espabiló unos minutos en lo que lo más destacado fue que reclamaron un penalti por posible mano de Kean que quedó en nada, aunque tocarla la tocó.

Fue un espejismo esa reacción del Barcelona porque volvió a jugarse a lo que quiso Mbappé. Pudo hacer su hat-trick -llegaría más tarde- tras romperle la cintura a Sergiño Dest, que definitivamente no tuvo su noche, pero se topó con Ter Stegen cuando trató de definir. La siguiente no pudo salvarla el ex del Gladbach cuando Paredes colgó una falta al segundo palo donde Kean, tras ganarle la posición a Lenglet, cabeceó a placer para poner el 1-3 en el electrónico y comenzar a encarrilar la eliminatoria. Koeman reaccionaba y metía a Mingueza por un superado Dest.

Siguió, a falta de menos de 15 minutos, Koeman tratando de cambiar algo. Del campo se fueron Busquets, Pedri y Piqué y dio entrada a Trincao, Pjanic y Riqui Puig. Hasta Braithwaite acabó entrando por Griezmann, pero nada resultaba positivo para el Barcelona, que estaba viviendo otra noche negra en la Champions League. Y fue peor, porque en el 85′ Draxler llevó una contra sin prácticamente oposición. Eran un tres contra dos y tomó la sabia decisión: dársela a Mbappé. El campeón del mundo colocó su cuerpo y la puso en la escuadra para poner el 1-4 final y cerrar su exhibición con un hat-trick con el que demostró al Barcelona, dejando su tarjeta de visita por si acaba fichando por el Real Madrid el próximo año.

Lo último en Deportes

Últimas noticias