Deportes
Se retiró por un desgarro en el pectoral

Lágrimas, consuelo de Sinner y mucho dolor… las duras imágenes de la lesión de Dimitrov en Wimbledon

El tenista búlgaro dejó uno de los relatos más conmovedores del Grand Slam de hierba

El italiano, que pasó directamente a cuartos de final, fue su principal apoyo en su peor momento

Jannik se enfrentará a Ben Shelton en la siguiente ronda, aunque también está tocado del codo

La lesión de Grigor Dimitrov en el partido de octavos de final contra Jannik Sinner es con diferencia el momento más duro de lo que llevamos de Wimbledon y del tenis en general en 2025. Sus lágrimas, el dolor y el apoyo que le brindó el italiano, principal ‘beneficiado’ de su retirada, dejaron imágenes realmente conmovedoras en la pista central del All England Club.

En el peor momento posible, con dos sets a favor en un Grand Slam y 2-2 en la tercera manga, Dimitrov, veterano tenista de 34 años, se rompió. Un desgarro en el pectoral derecho en un saque le impidió continuar pese a intentarlo y Sinner, que se veía con el partido perdido y eliminado, pasaba a cuartos de final de Wimbledon.

Las imágenes fueron realmente alarmantes, al llevarse Dimitrov la otra mano a su pecho. El búlgaro se dirigió a los vestuarios para recibir asistencia sanitaria, pero cuando regresó a la hierba ya sabía que no podía seguir. Las caras en la grada de Wimbledon lo decían todo, incluida la del legendario Roger Federer, muy preocupado por la lesión del rival de Sinner.

La lesión de Dimitrov y las palabras de Sinner

El italiano estaba tocado y hundido y Dimitrov a las puertas de unos cuartos contra Ben Shelton que ahora le tocará disputar a Sinner. «No sé qué decir, es un jugador increíble, lo hemos visto hoy. Ha tenido mala suerte en los últimos años. Es un gran amigo mío, nos entendemos muy bien fuera de la pista. Verle así duele, si tuviera la oportunidad de jugar la siguiente ronda, se lo merece. No me tomo esto como una victoria. Ha sido un momento de mucha mala suerte para todos», lamentó.

Ahí no duró mucho el tratamiento y tras unos minutos de incredulidad e incertidumbre por lo sucedido Dimitrov, roto, le dijo a Sinner que no podía seguir e intentó estrechar la mano al juez de silla, sin poder ni elevar el brazo del dolor.