James: un año de Rodríguez para pasar de intocable a transferible

La expresión «estar de Rodríguez» no le podría venir más al pelo a James esta temporada. Además de por su apellido, la marcha de su esposa Daniela Ospina a un reality-show colombiano por enero, le dejó sólo en casa. A partir de ahí las críticas deportivas que estaba recibiendo se acrecentaron con sus líos extradeportivos.
James cerró el curso pasado tapando bocas de los que criticaron el pago de 80 millones de euros del Real Madrid al Mónaco tras ser la revelación del Mundial de Brasil. El jugador se convirtió en una pieza indispensable del entonces entrenador blanco, Carlo Ancelotti, completando 3.619 minutos entre las tres competiciones (Liga, Champions y Copa) con 17 goles y otras tantas asistencias.
Ya en pretemporada empezó a vislumbrarse que éste no iba a ser un año fácil tampoco, con la primera polémica entre James y el nuevo técnico blanco, Rafa Benítez, nada más comenzar. El preparador pidió al jugador que acortara sus vacaciones tras la Copa América, pero el colombiano se incorporó cuándo estaba previsto.
Con Benítez empezó todo
En el primer partido de Liga, James fue castigado con ser suplente por este motivo, aunque Benítez lo justificó diciendo que era una «decisión técnica».
En la siguiente jornada liguera, el 10 del Real Madrid fue titular y marcó dos goles, pero en el siguiente parón de selecciones se iba a lesionar. De baja dos meses, no volvió a ser convocado hasta el 3 de noviembre a pesar de que el colombiano parecía estar listo unas semanas antes.
El natural de Tucumán lanzaba dardos a su técnico fuera del campo y éste le respondía dejándolo en el banquillo sin apenas oportunidades de demostrar lo que había hecho en su primer año como madridista.
Benítez vivía sus últimos días como técnico del Real Madrid y James se relamía ante lo que tenía por delante con Zidane como su sustituto. Sin embargo, las informaciones de su ajetreada vida nocturna desde la mencionada marcha de su esposa Daniela Ospina, no hacían mejorar su imagen a pesar del cambio de entrenador.
Además de las críticas por su sobrepeso y la persecución policial a la que se vio sometido James en la entrada de Valdebebas por exceso de velocidad le dejaron muy mal parado.
Zidane y Casemiro le sentenciaron
El cambio de míster parecía beneficioso para James, más aún tras las primeras declaraciones de Zidane en las que elogiaba al futbolista.
La irrupción de Casemiro cuándo parecía que se estaba imponiendo a Isco por un puesto en el once le volvió a relegar al banquillo durante las últimas semanas del curso. Zizou daba minutos sueltos al colombiano después de la decepcionante actuación que le brindó en el derbi madrileño ante el Atlético (0-1) y eso no era suficiente para un James que lo había jugado todo la temporada pasada.
Su ausencia en el once y en los siguientes tres cambios de la final de Milán ante precisamente el mismo rival con el que decepcionó, le terminó de sentenciar a pesar de conquistar su primera Champions. Los 1859 minutos completados, casi la mitad que el curso pasado, sus ocho tantos y diez asistencias demuestran que este año sólo podrá mejorarlo la Copa América Centenario con Colombia… y de momento lo está haciendo.