Una de las imágenes del año: las lágrimas de Aspas tras resucitar al Celta contra el Villarreal
Iago Aspas rompió a llorar tras ser sustituido después de anotar un doblete la remontada del Celta ante el Villarreal (3-2)
Ya es una de las imágenes del año: Iago Aspas rompiendo a llorar en el banquillo después de haber dado una vida extra al Celta en su lucha por la permanencia. El jugador gallego, que volvía a los terrenos de juego tras varios meses lesionado, salvó a su equipo con un doblete clave en la remontada del Celta ante el Villarreal.
Después de anotar dos tantos (el primero y el tercero de penalti), Fran Escribá decidió sustituirle en el 88 y el delantero rompió a llorar mientras Balaídos coreaba al unísono la voz de su héroe. Después, ante los medios de comunicación, Aspas dejó claro que hubo una mezcla de sentimientos por la alegría y todo lo vivido en estos tres meses, «donde no pude ayudar al equipo».
Iago Aspas podría estar en cualquier otro equipo pero sigue ahí, en el club de su vida. Emocionante su sentido de pertenencia. Emocionantes sus lágrimas al final del partido. pic.twitter.com/jKNOLiqEqk
— Nahuel (@NahuelBeau) March 30, 2019
Lo último en Deportes
-
Pedri hace saltar las alarmas a dos días de visitar al Villarreal
-
Tragedia en Inglaterra: muere un futbolista de 21 años justo después de jugar un partido
-
La Federación Alemana aprieta a Flick por Ter Stegen
-
Adiós al frío, nieve y agua: en Decathlon hay una parka impermeable por menos de 130 euros
-
Así queda la clasificación de la Conference League tras la victoria del Rayo Vallecano contra el Drita
Últimas noticias
-
Lotería de Navidad 2025, en directo: dónde comprar lotería, horario del sorteo y últimas noticias del Gordo
-
Sumar acusa al PSOE de «inmovilismo» tras una reunión sin acuerdos para revitalizar la coalición
-
Giro inaudito en la TDT: los anuncios van a cambiar para siempre y ya es oficial
-
La frase de Stephen Hawking que deberíamos recordar una vez al día: «Si tienes la suerte…»
-
Soy experto en limpieza y éste es el motivo por el que jamás cambio las sábanas de los invitados nada más irse