Golpe a los amaños en el fútbol español: 23 personas detenidas por apuestas ilegales
La Policía ha vuelto a dar un duro golpe a los amaños en el fútbol español. Este martes han sido detenidas 23 personas en la segunda fase de la Operación Conífera por la que hace meses fueron detenidas otras 21 personas en el primer marco de la operación.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con INTERPOL y EUROPOL, en el marco de la segunda fase de la Operación Conífera, han detenido a 23 personas presuntamente incriminadas en el amaño de partidos de fútbol en el ámbito de la RFEF, la Liga Nacional de Gibraltar y la Liga de Andorra.
Los arrestos, entre los que se encuentran los miembros activos de la organización criminal, se han llevado a cabo en varias provincias –Badajoz, Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Tenerife y en la Ciudad Autónoma de Ceuta- y se suman a las 21 detenciones que se realizaron en la primera fase de la operación. Algunos de los arrestados vendían sus cuentas de juego para que los integrantes de la organización hicieran apuestas online en partidos amañados consiguiendo ingresos de entre 4.000 y 24.000 euros por cuenta de juego.
La investigación se inició tras las detenciones y registros llevados a cabo tras la primera fase de la operación, en la que se detuvo a 21 personas en las provincias de Cádiz, Badajoz, Sevilla y Almería por presunta pertenencia a organización criminal, corrupción entre particulares en el ámbito deportivo y estafa a los operadores de juego.
Futbolistas, conseguidores y ‘mulas’
Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, la estructura de la organización estaba compuesta en un primer escalón por los líderes de la traba, dos personas que gestionaban las cuentas de juego online y las apuestas presencias. Un segundo peldaño de la trama lo formaban los jugadores de fútbol que aprovechaban su condición para organizar los amaños deportivos en los equipos bajo su influencia.
Otra parte de la organización era la formada por conseguidores y por «mulas», los primeros aportaban identidades para operar en las apuestas online y los segundos, encargados de acudir presencialmente a los locales de juego para realizar las apuestas fraudulentas y cobrar los premios obtenidos.