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FINAL CHAMPIONS 2016

La pegada del Real Madrid contra el orden del Atlético

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Dos maneras distintas, casi contrapuestas, de entender el fútbol y casi la vida. Dos estilos, dos conceptos, dos ideas. Ambas válidas y efectivas a partes iguales: la pegada del Real Madrid contra el orden del Atlético. San Siro será testigo de una final no ya por la Champions ni por la hegemonía del fútbol continental, sino por qué estilo de juego vale más que el otro.

La pegada de la BBC y compañía

El Real Madrid tirará de su impresionante pegada, un arsenal ofensivo sin precedentes y sólo equiparable al que pueden desplegar otros trasatlánticos continentales como el Bayern o el Barça. Baste un dato para constatar el armamento del equipo de Zidane arriba: Cristiano Ronaldo ha marcado en esta Champions los mismos goles (16) que ha anotado el Atlético en toda la competición.

Pero no sólo de Cristiano Ronaldo vive la pegada del Real Madrid. Está también Benzema, con su cuenta pendiente con las finales, en su mejor temporada goleadora desde que viste de blanco. Y esta Bale, la tercera pata de la BBC, que ha llegado al final de temporada como un auténtico ciclón. Los tres unidos son una amenaza para la solidez del Atlético.

Zidane buscará en su pizarra que Cristiano y Bale juegen a banda cambiada, de fuera hacia adentro, en busca de esos ángulos muertos a la espalda de los laterales y en el centímetro libre entre ellos y los centrales. Arriba, Benzema merodeará en silencio y se dejará descolgar hacia esa zona del falso nueve para librarse el marcaje de los centrales rojiblancos.

El muro del Cholo

Enfrente estará un equipo áspero, rocoso y ordenado. Un auténtico ejército, que se mueve en el campo con la diligencia, la obediencia y la beligerancia de una legión romana. Un equipo con mayúsculas que ha hecho de la tardea ardua de defenderse un auténtico arte. Sufre con estilo y no se pone nervioso, no como otros.

Los datos de goles encajados no hacen honor a la labor defensiva del Atlético. Siete veces ha visto Oblak cómo los rivales perforaban su portería, pero el dato tiene truco: ha jugado dos veces contra el Barcelona y otras tantas contra el Bayern. El Real Madrid, con un camino más amable en esta Champions, sólo ha encajado cinco.

Simeone tiene como orden a los suyos secar a Modric «como sea» y, desactivado el croata, el Atlético tiene claro que el juego ofensivo del Real Madrid se vuelve chato y previsible. También habrá vigilancia especial para las subidas de Marcelo y Carvajal y, por supuesto, para los tres homberes de arriba, los que pueden decantar la final a favor del Real Madrid.