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Amistoso: Gales - España

Fiesta nacional

España goleó a Gales (1-4) gracias a una primera parte excelente donde marcaron Alcácer por partida doble y Sergio Ramos. Bratra hizo el cuarto tras el descanso

El equipo de Luis Enrique volvió a cuajar un partido notable y sigue dejando buenas sensaciones

La España de Luis Enrique sigue dejando destellos de ilusión después del sabor amargo que dejó la oportunidad perdida en el Mundial de Rusia. Después de sacar buena nota en los dos primeros partidos de la Liga de Naciones, la selección española volvió a rozar el sobresaliente en el partido amistoso disputado ante una Gales sin Bale. Y es la selección soló necesitó media hora excelsa para encarrillar el partido gracias a un doblete de Alcácer y otro de Sergio Ramos.

Y es que España le puso picante a un partido al que para encontrarle interés había que buscar en lo hondo. Con medio país de puente y con la Liga en ebullición por la mala racha de los grandes, apareció por el calendario un amistoso con poco pedigrí donde lo más relevante era comprobar si la España de Luis Enrique seguía moviéndose por la línea de la excelencia. Pero conclusiones las justas, porque en la previa todo hacía prever un aluvión de cambios y así fue. La nueva Liga de Naciones ha hecho que se pueda mover el banquillo con menos asiduidad y por ello hay que aprovechar cualquier amistoso para meterle minutos en las piernas a los máximos jugadores posible.

Por ello, el seleccionador le dio la alternativa a jugadores que tenían mucho que decir como Albiol, Rodri, Suso, Morata o Alcácer. Junto a ellos, un Sergio Ramos que, a pesar de tener los isquios sensibles, salió de inicio con el objetivo de seguir sumando partidos a su inmaculado historial con España. Además de los presuntos titulares también fueron titulares De Gea o Saúl, dos hombres recuperados a la causa gracias a Luis Enrique.

Así que con un 4-3-3 lleno de novedades se plantó España en el estadio donde el Real Madrid de Zidane levantó la Duodécima y de paso se hizo un hueco en la historia del fútbol tras barrer a la Juventus en un partido para guardar de por vida. Y el partido no pudo comenzar mejor. Porque Paco Alcácer no necesitó ni diez minutos para volver a marcar con la selección. En 2015 dejó de acudir a las convocatorias de Del Bosque (tras pasar a un segundo plano con el Barcelona) siendo el máximo goleador en fase de clasificación y ante Gales volvió a demostrar que con el combinado nacional tiene luz.

Es difícil de explicar su simbiosis con la selección pero lo cierto es que cada vez que Alcácer se pone la camiseta de España cumple con nota. Así que en el minuto 7 de partido, después de que el meta galés repeliera con los puños un centro con intención de Suso, el delantero del Borussia de Dortmund se encontró con un balón dentro del área que colocó en la escuadra. Su fiesta no había hecho más que empezar. Entre tanto, el partido ya estaba encarrilado y a los pocos minutos Sergio Ramos lo sentenciaría. Suso volvió a poner un balón con todo el arte del mundo y el capitán remató de cabeza para seguir engordando sus estadísticas con la selección. Ese gol era aire para su piernas.

Con dos goles de ventaja, España siguió amansando el balón con intención y además Alcácer estaba loco por la música. Por eso, el delantero volvió a aparecer a la media hora para hacer el tercero de la noche. Aunque el partido tuviera poco empaque, el equipo de Luis Enrique estaba dando un recital, como ante Croacia.

Bartra moja en la segunda parte 

Y en la segunda parte hubo poca historia. Koke, Bartra y Kepa entraron al campo tras el descanso en el primer trío de cambios y España se dedicó a administrar el partido a través del balón. Después de participar en dos de los tres goles y estar firmando un partido sobresaliente, Suso buscó la matrícula con un gran disparo que se estrelló en el larguero. Morata también tuvo su gol en un mano a mano pero erró. El cuarto estaba al caer.

Así que éste llegó gracias a Bartra, que puso en la misma escuadra el balón después de un remate de cabeza a la salida de un córner. Después de perderse el Mundial a última hora y no entrar en la primera lista de Luis Enrique, el central del Betis presentó su candidatura a ser el primer suplente en el centro de la defensa. A punto de sonar la campana, Vokes anotó el tanto de la honra galés. Este fue el último acto destacable donde la selección se volvió a dar un chute de moral aunque no hubiera nada en juego. La España de Luis Enrique va bien, de homenaje en homenaje.