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Los escalofriantes datos del accidente de Grosjean en Baréin

A más datos se tienen sobre el accidente de Romain Grosjean en el Gran Premio de Baréin, más milagroso parece que siga con vida.

El Gran Premio de Baréin estuvo marcado por el accidente del piloto de Haas. Nada más comenzar la carrera, tras un toque con el Alpha Tauri de Kvyat, el monoplaza de Romain Grosjean impactaba contra el guardarraíles en la curva 4 de Sakhir. Aunque su coche se partió en dos y se incendió, el francés pudo salir por su propio pie y sólo sufre quemaduras leves en las manos y en los tobillos, algo que muchos han considerado como un milagro.

Y es que su monoplaza chocó contra un bloque de hierro a 221 kilómetros por hora, experimentando una deceleración de 53 fuerzas G; es decir, de hasta cincuenta y tres veces su peso en el accidente. Cabe señalar que los pilotos de la Fórmula 1, en la gran mayoría de las frenadas, experimentan una deceleración de 5 fuerzas G; mientras que en el caso de la aceleración son de 2 fuerzas G y en el de las curvas de alta velocidad de entre 4 y 5 fuerzas G. Para poner esto en contexto, si una persona con su coche de calle frena a fondo en una situación de emergencia, estará en torno a una fuerza G de deceleración.

Tras el accidente sufrido por Romain Grosjean, el francés estuvo 27 segundos atrapado en la bola de fuego, lo que demuestra que el Nomex del mono de los pilotos es ignífugo durante más de 11 segundos a 800 grados. Hay que destacar también la labor del comisario que apareció con un extintor a los 15 ayudando a rebajar la temperatura y evitando que Grosjean se expusiera durante más tiempo a los vapores tóxicos que amargaron la vejez de Niki Lauda.

Un equipo médico veloz y valiente 

Romain Grosjean se había quedado encallado en la primera mitad del coche, incrustada a su vez en el guardarraíl. La parte trasera quedó totalmente partida con el motor y demás piezas a la vista tras el accidente. Pese a que al partirse en monoplaza habían quedado tubos abiertos derramando litros de combustible, cuando llegó el coche médico pilotado por Alan van der Merwe, el Doctor Ian Roberts tiró de extintor y de su propia mano para ayudar a Grosjean a salir del fuego. El piloto de Haas lo hizo gritando, con las manos echando humo, sin una bota y con la visera derretida.

“Cuando llegamos había unas llamas muy grandes. Parecía un horno. Además, tenía medio coche dentro de las barreras en dirección contraria. En ese momento, he visto a Romain intentando levantarse. Necesitábamos una forma de sacarlo de ahí y un comisario ha venido con el extintor. Ha sido de gran ayuda ya que el fuego que ha eliminado ha ayudado a Romain a salir y yo le he ayudado a pasar la barrera”, decía Ian Roberts en Sky Sports F1.

“Le he dicho que se sentara, obviamente estaba algo aturdido y su visera estaba negro, por lo que le he quitado el casco y todo parecía estar bien. Luego, visto lo visto en la clínica, estamos contentos de que un golpe que pudo haber sido mortal le haya permitido salir por su propio pie y con tan sólo con quemaduras en sus manos. Le dolían sus manos y sus pies, pero sabíamos que podíamos darle algo de gel para las quemaduras antes de llevarlo al centro médico”, añadía el delegado médico de la FIA.

Por su parte, el conductor del coche médico, Alan van der Merwe, declaraba: “Necesitas estar muy preparado cuando suceden cosas así, es algo que no se había visto nunca. Yo no he visto un fuego igual durante mi carrera y al ser algo desconocido, teníamos que estar preparados con nuestras ideas. Esto es algo que es cuestión de segundos en el que tu instinto y pensamiento rápido son claves”.

Por su propio pie, Romain Grosjean caminó hacia el coche médico, donde fue atendido inicialmente. Después fue trasladado en ambulancia hacia el centro médico del circuito de Sakhir, antes de ser trasladado en helicóptero al Hospital Militar BDF.

Los mensajes de Haas y de Grosjean

El mensaje tranquilizador del día llegó de la mano de Guenther Steiner. “Tiene quemaduras leves en las manos y tobillos, además de que continúa temblando”, decía sobre el estado de Romain Grosjean. “Quiero agradecer a los equipos de rescate, son muy rápidos. La gente de la FIA hizo un gran trabajo, dio miedo”, agregaba el director de Haas. Poco después era el propio Grosjean el que hablaba en sus redes sociales: “Hola a todos. Sólo os quería decir que estoy bien. Bueno, bastante bien como se puede ver. Muchas gracias por todos los mensajes”.

El piloto francés aprovechaba la ocasión para agradecer al Halo el haberle salvado la vida: “No estaba a favor del Halo hace unos años, pero creo que es lo mejor que hemos incorporado últimamente a la Fórmula 1. Si no fuera por él, no podría hablar con vosotros hoy. Gracias al personal médico del circuito y del hospital. Espero que pueda escribiros pronto algunos mensajes y contar cómo me va”.

El Halo es la pieza de titanio que protege la cabeza del piloto. Fue introducida en 2018 tras el fallecimiento de Jules Bianchi, un piloto muy admirado por Romain Grosjean. Grosjean, de 34 años, no ha renovado con Haas, equipo en el que lleva cinco temporadas. Así pues, todo parece indicar que abandonará la Fórmula 1 al final del presente curso tras once años en el gran circo.