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Épica remontada del Madrid en el Palau sin premio (72-65)

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid hizo lo más complicado y falló en lo más básico en el derbi de Euroliga. El Barcelona firmó un primer cuarto redondo que dejó a los blancos en cuatro pírricos puntos y a ellos con 25 tantos en el casillero. Los madrileños remaron con todo en contra hasta remontar y ponerse seis por delante en el último. Sin embargo, cuando todo parecía a su favor, dejaron de cuidar el rebote defensivo para acabar sucumbiendo ante los locales.

El Barcelona firmó un primer cuarto de ensueño y eso que no podía contar ni con Navarro ni Abrines en el duelo. Doellman, el héroe de la ida en el Top-16, lideró la embestida culé, mientras el Madrid se estrellaba una y otra vez con el hierro. El parcial de 25-4 al término del primer periodo dejaba en evidencia a unos blancos que remontarían el vuelo a partir de la defensa y de un Gustavo Ayón excelso.

Pasito a pasito, objetivo a objetivo, el Madrid recortó 10 puntos en el segundo cuarto y otros 10 en el tercero. Al Palau, incluído el periscopero Piqué, les entró el miedo por la evidente falta de liderazgo de sus jugadores y la corriente positiva que lideraba Felipe Reyes.

El Madrid se marchó seis arriba en el último cuarto ante la impotencia culé. Xavi Pascual apostó por arriesgar e incrementó las ayudas al poste. Maciulis falló dos triples solo en la esquina impidiendo una sentencia. La réplica a los fallos del lituano la dio un Satoransky preciso y muy físico. Cinco puntos seguidos suyos devolvieron la vida a su equipo.

Con el marcador igualado en los minutos finales, los pequeños detalles decantarían el choque de un lado u otro. Dorsey compensaba sus fallos en los tiros libres con rebotes decisivos. El Madrid permitió en los últimos 30 segundos de partido que su rival capturara dos rebotes ofensivos que fueron su tumba.

Perperoglou, menuda segunda parte la suya, certificó desde la línea de personal que el campeón está en apuros. Deberá ganar, por lo menos, dos de los tres partidos que le quedan para asegurarse el pase a los cuartos de final. El Barcelona, que iguala su balance al de los blancos, tiene el average ganado en caso de empate. El triunfo sabe el doble de bien al Barcelona.