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Kevin Vidaña, técnico del Guizhou Fengyu

Un entrenador español en China carga duramente contra el Gobierno por el coronavirus: «España es un circo»

Kevin Vidaña, técnico del Guizhou Fengyu de China, critica duramente al Gobierno por su reacción ante el coronavirus

"España es un circo, no puede decir que no se lo esperaba", dice

Tarde mal. Así cree Kevin Vidaña que ha actuado el Gobierno de España ante el coronavirus. Y lo dice con conocimiento de causa, pues es entrenador en China y sabe lo que es enfrentarse al Covid-19. El técnico del Guizhou Fengyu de la cuarta división del país asiático considera que nuestros políticos no han estado a la altura de lo que requiere una alerta sanitaria así y no es demasiado optimista con respecto al avance del coronavirus en España.

«España es un circo. Lo de algunos políticos, periodistas, científicos y médicos es sancionable. No puedes hacer política con esto, no puedes decir que esto es una gripe común y que no pasa nada porque ahora la gente sale a la calle sin responsabilidad, no puedes promover una manifestación multitudinaria cuando Italia está ardiendo y la OMS te dice que no puedes hacerlo, no puedes saltarte una cuarentena porque el test dice negativo una vez, ¿qué sentido tiene entonces la cuarentena?», dice en una entrevista para Superdeporte.

El entrenador español está indignado con el Gobierno: «No puedes decir que esto no te lo esperabas, que el virus te ha pillado por sorpresa. No puedes tardar días en tomar medidas que requieren del momento, no puedes permitir que la gente se reúna como locos en un supermercado y no puedes carecer de mascarillas después de tres meses. Quiero que me respondan. ¿Por qué Rusia tiene cero muertos y nosotros más de 200 en dos días? Lo que deberían hacer ahora las personas responsables es concienciar de todas las maneras posibles a los ciudadanos, hacerles ver a todos que si salen a la calle están matando a gente».

Explica cómo está China

Kevin Vidaña también explica la situación actual de China: «Tiene controlado el virus, ahora mismo los casos son contados y están focalizados, extremándose precaución en las personas que vienen de fuera. Estamos volviendo a la normalidad después de mes y medio encerrados, ya hay gente en las calles y casi todos los negocios están abiertos, aunque siguen prohibidas las actividades al aire libre y siguen limitados los lugares donde puedan generarse aglomeraciones. A diferencia de España, todo se hizo con prontitud y firmeza. Cerraron la ciudad de Wuhan con apenas 800 casos, los negocios de todo el país cerraron a la vez, salvo farmacias y supermercados».

«El gobierno supo concienciar a sus ciudadanos de la importancia del virus, haciendo que se quedaran en casa y no saliesen a la calle salvo para comprar comida o medicamentos. Hicieron obligatorio el uso de mascarillas, limitaron los transportes y vigilaron las calles con auténtica seriedad. Si ocultabas síntomas cometías un delito. Pusieron controles de temperatura en urbanizaciones, supermercados, estaciones de trenes y autobuses, controlando individualmente a todo aquel que entraba y salía de las ciudades. Después, cada dos o tres días, yo recibía en casa la visita de doctores y trabajadores de la policía que me realizaban controles de temperatura. También recibía continuas llamadas del gobierno y de los directivos de mi club, la protección ciudadana fue impecable en todo momento», añade.

No es demasiado optimista el técnico con respecto a España: «¿El futuro? No lo sé. Te digo esto a diferencia de esos políticos y periodistas españoles que han contribuido a la mala gestión del virus hablando de lo que no saben, entrando en terreno desconocido como si lo supieran todo para dar prioridad a sus intereses individuales. Son una panda de incompetentes que viendo otros ejemplos han preferido esperar sin ningún sentido. Lo que deben hacer es mirar sobre todo por todos los ciudadanos».