El defensa de cristal

La imagen de José María Giménez tirado en el césped, echándose la mano a la rodilla o a los isquiotibiales, es una de las más recurrentes en la historia reciente del Atlético de Madrid. Entre lesiones y enfermedades el defensa uruguayo, que debutó en el primer equipo en la temporada 2013-14, se ha perdido ya la increíble cifra de 86 partidos oficiales, el último de ellos el de este lunes en Getafe a causa de una amigdalitis. Los números cobran mayor relevancia todavía cuando se comparan con el segundo jugador con más ausencias en los últimos años, el montenegrino Stefan Savic, baja en 55 encuentros, nada menos que 32 menos que el número 2 rojiblanco.

El problema de José María Giménez con las lesiones musculares hace mucho tiempo que ha dejado de ser una anécdota para convertirse en una situación preocupante. Las estadísticas demuestran que se pierde como mínimo diez partidos por temporada, pero incluso así son números maquillados por el hecho de que en el curso 14-15 se perdió sólo uno y que en el 15-16 y 17.-18 fueron siete. En los últimos años las bajas se han disparado y no hay ninguna razón para dejar de creer que el ritmo se vaya a detener.

Giménez había empezado bien la pretemporada, pero un golpe le dejó fuera del amistoso ante el Juventus. Necesitó más de una semana para recuperarse, y cuando por fin estaba de alta ahora ha llegado una amigdalitis que le descarta para el debut liguero ante el Getafe.

Consciente de la situación, Simeone apostó desde el principio por el suizo Witsel como defensa central. Los acontecimientos demuestran que una vez más el Cholo estaba cargado de argumentos para tomar una decisión que desde fuera costó mucho entender porque el ex-jugador del Dortmund nunca había ocupado esa posición. Witsel será  este lunes el sustituto de Giménez en Getafe y parece que esta situación podría prolongarse y convertirse en el remedio para detener la sangría defensiva que le costó el año pasado al Atlético dejar de pelear por el título en Navidad.

Las lesiones de sus dos centrales fueron la anterior temporada un verdadero tormento para los rojiblancos. Savic se perdió 12 partidos y llegó a acumular una baja de 47 días, mientras que Giménez estuvo fuera en 11 encuentros, uno de ellos por coronavirus, enfermedad que contrajo en dos ocasiones desde que se convirtió en pandemia en 2020.

La calidad de José María Giménez es incuestionable. También su liderazgo y su personalidad en el campo, que le convierten en uno de los mejores centrales del mundo…siempre que esté sano, por supuesto, y para su desgracia eso ocurre en muchas menos ocasiones de las que él seguro desearía.