Una vida en blanco… ¡¡¡y 350 kilos de cláusula!!!

El madridismo está de enhorabuena. La ampliación de contrato de Dani Carvajal con el Real Madrid supone dar continuidad a un proyecto basado en la cantera. Carvajal es el mejor ejemplo de madridismo. Tal y como señaló Emilio Butragueño en la rueda de prensa que oficializaba su renovación, es un «ejemplo» que «representa los valores» del conjunto madridista.

Carva es un hombre de la casa. El lateral ingresó con 10 años en la cantera madridista. Solo dos después, como un presagio, como si en la entidad fueran conscientes de hasta donde iba a llegar, era el encargado de colocar la primera piedra de la ciudad deportiva de Valdebebas, junto a toda una institución dentro del club como Alfredo di Stéfano.

El ascenso del de Leganés fue fulgurante. Pasó por todas las categorías inferiores hasta llegar al Castilla. Con Nacho, Morata o Lucas, logró el ascenso a Segunda, formando parte de una de las mejores hornadas de canteranos que se recuerdan en la historia del conjunto madridista.

Su carácter luchador le hizo no rendirse nunca, aun sabiendo que no contaba con la confianza de Mourinho para llegar al primer equipo. Se fue a Alemania con un objetivo: volver algún día a su casa. Y ese día estaba más cerca de lo que nadie imaginaba. Sólo un año en el Bayer Leverkusen le bastó para regresar por la puerta grande.

Nueve años después, el niño de melena rubia que puso los primeros cimientos de la Ciudad Real Madrid, llegaba a la primera plantilla. Desde entonces se convertiría un referente para toda la afición y para los chicos de La Fábrica. Carvajal era el claro ejemplo de luchar hasta el final, en cualquier situación, de no rendirse nunca. Un referente y un espejo en el que mirarse para los jóvenes, la gran esperanza para las aspiraciones de los más pequeños de la familia blanca.

Su humildad y trabajo han hecho que el carrilero se haya sobrepuesto siempre a todos los obstáculos que se ha encontrado por el camino, que no han sido pocos. Temporada tras temporada se ha ido sobreponiendo a las adversidades y ha superado con creces los registros de la anterior. Incluso los mandamás del club destacan de él su esfuerzo y su garra.

Carvajal respira madridismo por los cuatro costados. Es uno de los jugadores más queridos por la afición, que le ve como uno de los suyos. Iniciando su quinta temporada en el Bernabéu, ha logrado ganar todos los títulos posibles. Tres Champions, tres Supercopas de Europa, una de España, una Liga, una Copa y dos Mundialitos figuran en su palmarés con sólo 25 años, siendo titular en todas las finales que ha jugado el equipo desde su llegada.

Una cláusula ‘anti-jeques’

Ahora amplía por cinco campañas su compromiso con el club de su vida. Una vez alcanzada la treintena, el lateral llevará 19 temporadas -con excepción de su aventura en la Bundesliga- en la disciplina madridista, nueve de ellas en la primera plantilla. No parece fácil que el lateral vaya a abandonar la institución de Concha Espina, pues el club se ha asegurado de blindarle ante una posible amenaza de equipos como el City o el PSG. Nada más y nada menos que 350 millones de euros de cláusula de rescisión y un considerable aumento de ficha para asegurarse el futuro de su carril derecho.

Toda una carrera dedicada a un club, que ahora le recompensa su trabajo y fidelidad. El jugador aún no piensa en la capitanía, pero con la renovación, el club deja claro que quiere que sea uno de los herederos de Ramos como portador del brazalete. Desde luego, que no habría otro mejor para lucirlo.