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Liga Santander

Campanazo en el derbi

El Barcelona ha pinchado en su último partido del año y el Real Madrid le ha dado caza al frente de la Liga Santander. En un derbi muy bronco frente al Espanyol (1-1), los pericos aprovecharon un penalti convertido por Joselu para romper su racha de 12 derrotas seguidas en el Camp Nou y poner al rojo vivo la lucha por el título. A Xavi no le bastó disponer de toda su plantilla, incluido Lewandowski, ni adelantarse muy pronto en el marcador. Acabó sumando un insuficiente empate en un partido marcado por el enésimo show de Mateu Lahoz.

53 días después de su agónica victoria en Pamplona, el Barça volvía al césped con Robert Lewandowski en el once titular, a pesar de su expulsión en aquel partido contra Osasuna. Cosas de la justicia ordinaria. Pero el equipo de Xavi, por primera vez con todos sus jugadores sanos, llamaba más la atención por los suplentes, todos entendibles en clave mundialista: Busquets, Dembélé, Koundé

En cuanto al Espanyol, con sangre en los ojos por la cautelar a Lewandowski, retornaba a la Liga con el agua al cuello, al borde de la zona de descenso. En su once, un jugador perfecto para hacer daño a la hinchada culé, Martin Braithwaite, quien se fue del Barça sin perdonar ni un euro del contrato que tenía firmado. Lógico cuando tu club quiere deshacerse de ti a toda costa.

La puesta en escena del Barça fue notable y en la primera mitad sometió a su vecino, que solo dio un susto por medio de Nico Melamed a la media hora de juego. El resto fue pleno dominio culé, convertido en ventaja a las primeras de cambio por Marcos Alonso. El defensa, uno de los jugadores azulgrana que será libre para negociar su futuro a partir de este domingo, aprovechó un córner revuelto para marcar de cabeza en el minuto 7.

El pistolero Mateu

El propio Alonso estuvo a punto de hacer el segundo poco después, aunque fue Raphinha quien dispuso de las ocasiones más claras. Con ganas de reivindicarse tras su paso gris por el Mundial de Qatar, el brasileño lo intentó sin éxito. También la tuvo Ansu Fati, que veía la tarjeta amarilla por un manotazo a Óscar Gil, el único conato de incendio en un derbi con más temperatura fuera que dentro del campo.

Nada más comenzar la segunda parte, Gavi, mermado por una dura entrada en la primera, dejó su sitio al capitán Busquets. Sin la mordiente del canterano, el Barça seguía dominando el partido, pero desplegando un dominio menos apabullante. Lewandowski tuvo el segundo en su cabeza, pero falló un remate de esos que no suele perdonar.

El carrusel de cambios adocenó aún más al Barça, con una parsimonia muy por encima del marcador, y el Camp Nou empezó a barruntar peligro. Bingo. En el minuto 70, Joselu, una isla cargada de dinamita en el ataque perico, se buscó la vida para sacarle un penalti inocente a Marcos Alonso, que le pisó sin darse ni cuenta. El canterano del Real Madrid no falló y empató el derbi lanzando por el centro. Luego mandó callar a la grada reviviendo aquel mítico gesto de Raúl en un Clásico.

Los locales desahogaron su amargura sobre Mateu Lahoz, que respondió a las quejas como un pistolero del Oeste americano, solo que disparando con tarjetas. Pim, pam, pum, Jordi Alba, Ferran Torres, Pedri y la segunda de Jordi Alba, expulsado en consecuencia. Todas en menos de cinco minutos y todas por protestar. Pero eso no era nada.

Álvaro Fernández salva al Espanyol

El pistolero había cogido velocidad y volvió su mirilla hacia el Espanyol. Expulsó a dos periquitos en la misma jugada: Vini por una entrada y segunda amarilla, Cabrera con roja directa por un supuesto pisotón sobre la cabeza de Lewandowski. A Mateu le llamaron desde el VAR para que echara agua sobre el tremendo incendio que estaba montando. Eso permitió anular la roja a Cabrera y dejar el derbi en un 10 contra 10. Y con la tontería, el partido ya en el minuto 85.

El Barça se lanzó en tromba a por la victoria y topó con un gigantesco Álvaro Fernández. El riojano firmó sendos paradones a cabezazo de Christensen y mano a mano de Lewandowski. La tablilla con el tiempo de descuento marcó 9 minutos, pero los culés ya no volvieron a disfrutar de ninguna ocasión tan clara. Se marcharon cabizbajos bajo el concierto de viento dirigido a Mateu. Se esfumó la ventaja sobre el Real Madrid, pero el Barça sigue líder por su mejor diferencia de goles. Triste consuelo en un día tan festivo.