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Bartomeu aprovechó su viaje a Qatar para favorecer sus negocios personales

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Tal como adelantó Okdiario, el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, y el vicepresidente del área de marketing, Manel Arroyo, viajaron a Doha en septiembre para tranquilizar a los jeques de Qatar sobre el futuro de su patrocinio y se volvieron con un ofertón bajo el brazo: 100 millones al año por la camiseta y el nombre del estadio del Barça hasta 2020.

Pero Bartomeu no sólo fue a Qatar para hacer negocios en nombre del Barça. El presidente aprovechó el viaje para sus intereses privados: mantener reuniones para crear una red de contactos que le permita en el futuro la expansión de Adelte, la empresa familiar de la que es consejero delegado, en el área geográfica de Oriente Medio y el Golfo Pérsico.

Adelte, la empresa del presidente del Barcelona, se dedica a la construcción de pasarelas para aviones y barcos. Fundada al calor de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, la compañía de la familia Bartomeu vendió en 2006 su división de fingers para aeropuertos a Thyssen Krupp con la condición de no operar en este sector en los siguientes cinco años.

En 2011, cumplido ese plazo, Adelte se asoció con la firma inversora Baring Private Equity –que tiene el 47,5% del capital de la empresa– para volver al mercado a competir con las tres empresas que dominan el mercado de los fingers: JBT, Thyssen Krupp y Cimc-Tianda.

Un plan para la expansión en Oriente Medio

Por eso, en el plan de expansión que pretende Bartomeu para Adelte, el área geográfica de Oriente Médio y el Golfo Pérsico tiene una importancia estratégica, ya que la compañía familiar no tiene demasiada implantación en una de las zonas del mundo donde se están construyendo y ampliando más aeropuertos y, por tanto, el negocio potencial es mayor.

De hecho, el propio Bartomeu se quejaba este verano de que Qatar Airways había rechazado a su empresa en la pugna por conseguir la contrata de los fingers del aeropuerto de Doha: “Se los compraron a la competencia de mi empresa. Igual estamos ayudando a que cambien cosas allá”, decía el presidente del Barça el pasado 14 de julio.