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ATLÉTICO 0-0 REAL MADRID: JORNADA 12 DE LIGA

El derbi lo gana el Barça

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

El derbi acabó en empate, pero lo ganó el Barça. Las tablas del Wanda dejan la Liga en bandeja al equipo de Valverde, que aumenta su distancia ante el Real Madrid y el Atlético a unos diez puntos que, a día de hoy, parecen insalvables. Merecieron más los de Zidane, pero entre el oficio para defenderse del Atlético, la falta de puntería de los blancos y la permisividad de Borbalán, que perdonó dos penaltis y dos rojas a los colchoneros, al Madrid se le escapó una victoria que puede valer una Liga.

No hubo sorpresas en los onces. Como en un capítulo del Equipo A, pasó lo previsible. Simeone se blindó por el medio y Zidane quiso ordeñar a sus vacas sagradas. En el Atlético, cuatro mediocentros –Gabi, Thomas, Koke y Saúl– y en el Real Madrid, los de Cardiff menos el portero.

La victoria fea y eficaz del Barça en Butarque obligaba al Atlético y al Madrid a ganar el derbi. Pero sólo podía ganar uno y con el empate perdían los dos. Y perdía la Liga también. Así que ambos técnicos eran fieles a sí mismos. El Cholo, al cholismo: presionar, correr, interrumpir y contragolpear. Zidane, al Zizou style: atacar, tocar, dominar y marcar. Sobre el papel, todo muy bonito, pero al fútbol se juega sobre césped, no sobre papel.

Nació nervioso el derbi como un adolescente sin whasapp. Presionaba el Atlético y presionaba el Real Madrid. Los errores se sucedían a la velocidad de la luz. Y a los dos minutos Correa desperdició un mano a mano ante Kiko Casilla dentro del área después de una sucesión de cagadas en la zaga del equipo de Zidane. Los sufridos seguidores rojiblancos no se lo podían creer.

Correa perdona… y pega

Respondió el Real Madrid con la irrupción de Isco en el derbi, frenada con una cornada al muslo de Thomas. Borbalán se inhibió y no mostró amarilla. Ambos equipos se podían con la pelota y sufrían sin ella. Había intensidad, nervios, protestas. Lo que viene siendo un derbi, vamos.

El derbi se volvía bello cuando intervenía Isco. Su linterna mágica iluminaba los ataques del Madrid con requiebros y pases que hacían a su equipo ancho y profundo a la vez. Los blancos empezaron a encerrar al Atlético en su área y a apropiarse de la pelota con el celo de un inspector de Hacienda en una paralela.

En el 18 Correa quiso llevarse el derbi a la pendencia y le pegó un pelotazo salvaje y alevoso a Benzema. La acción era una roja de libro, pero Borbalán no sacó ni amarilla. Sí se la mostró un minuto después a Carvajal por una entrada fuerte a Lucas Hernández. El Atlético tenía ventaja en las emboscadas porque el Real Madrid suele ser muy torpe en el cuerpo a cuerpo.

Y Borbalán contribuía con su propia incompetencia a embarrar un derbi que empezó a quedarse con emoción pero sin juego. Con paciencia, como una abuela haciendo ganchillo, retomó el Real Madrid el control del partido. Un poquito de Kross y un mucho de Isco bastaron a los de Zidane para inclinar el derbi hacia el área de Oblak.

Se embarra el derbi, brilla Isco

A la media hora Kroos tuvo el 0-1, pero entre el medio penalti que le hizo Godín y la salida de Oblak la ocasión se fue a dormir el sueño de los justos. El Atlético se guarecía en su área y el Madrid empezaba a sentirse más cómodo que Falete en un buffet libre.

En el 35 se lució Oblak en una falta lejanísima de Cristiano. El extraordinario portero del Atlético atacó el balón, salvó el bote y despejó perfectamente a córner. Luego hubo un penalti de Lucas a Sergio Ramos pero Borbalán, el mejor de los rojiblancos en el primer tiempo, tampoco pitó nada.

Poco a poco se fueron consumiendo los minutos con el dominio infructuoso del Real Madrid y la defensa numantina del Atlético. Un remontada por banda de Marcelo, que se coló hasta el área, fue el último amago de los blancos. Y así como por ensalmo nos fuimos al descanso de un derbi con un primer tiempo intenso y entretenido, que no bueno.

En el intermedio Nacho salió por Sergio Ramos, que se retiró con la nariz rota después del penalti de Lucas que se comió Borbalán. Tocó a rebato el Madrid en la reanudación y se volcó sobre el área de Oblak en busca de un triunfo que le permitiera seguir asido a la Liga.

El Madrid inclina el derbi

Crecieron Kroos y Modric, se mantuvo gigante Isco y el Real Madrid empezó a rondar el gol en plan acoso y derribo. Se defendía con orden el Atlético, porque en ese papel está más cómodo que Arturo Fernández haciendo de galán.

En el 57 perdonó Borbalán otro medio penalti al Atlético, esta vez por una mano de Juanfran dentro del área, que venía del rechace de su propio cuerpo. El Madrid volvía a hacer la goma y los de Simeone se reenganchaban al derbi. El partido se volvía feo otra vez, sostenido sólo por la incertidumbre del resultado.

Pasaba el 70 y Zidane se marcaba un Rajoy con los cambios: aguantar, aguantar y aguantar. En el 74 apareció Modric para asistir a Cristiano, al que se le quedó atrás el balón y le acabó saliendo un tirito que se marchó desviado. Zidane metió a Marco Asensio por Benzema. Simeone metió a Gameiro por Correa y a Torres por Griezmann.

Dominio sin premio

El Niño agitó el derbi y asistió a Gameiro, cuyo tiro por elevación lo sacó bajo palos Varane. Respondió el Real Madrid con una jugada de Marcelo, agarrado por Juanfran, que tenía amarilla. La falta la botó Cristiano y la despejó con estilo Oblak a córner.

Hasta el final lo siguió intentando el Real, pero sin puntería no hay gol que valga. El muro Oblak se hizo infranqueable en los últimos minutos. Así que, después de 35 partidos consecutivos marcando fuera de casa, el Real Madrid se volvió del Metropolitano a cero de goles, a uno de puntos y a diez del Barça, que salió victorioso sin jugar del derbi madrileño.