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En el informe de su abogado general

El argumento falso que esgrime Europa para castigar a la Superliga

Entre los argumentos expuestos por el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en su informe sobre el ‘caso Superliga difundido este jueves, hay uno que chirría especialmente. Se trata de la referencia al modelo de competición que implantaría la nueva competición continental en caso de llegar a cristalizar. El magistrado griego Athanasios Rantos asume que la Superliga sería un torneo cerrado, mientras que el CEO del proyecto, Bernd Reichart, lleva meses subrayando todo lo contrario, que estaría abierto a la participación de nuevos clubes.

«La European Super League Company (ESLC) es una sociedad de Derecho español integrada por prestigiosos clubes de fútbol europeos cuyo proyecto consiste en organizar la primera competición europea anual de fútbol cerrada (o «semiabierta»), la «European Super League» (ESL), que existiría al margen de la UEFA», asume Rantos en su informe no vinculante.

«El hecho de que la FIFA y la UEFA no den reconocimiento a una competición esencialmente cerrada como la ESL podría considerarse inherente a la consecución de determinados objetivos legítimos, en la medida en que tiene como finalidad tanto mantener los principios de participación basada en los resultados deportivos, de igualdad de oportunidades y de solidaridad en que se funda la estructura piramidal del fútbol europeo, como luchar contra los fenómenos de doble pertenencia», continúa el abogado.

El desmentido de Reichart

A la vista de estos argumentos, Rantos está dando por hecho un modelo de competición que la Superliga nunca ha anunciado oficialmente, al entender que el nuevo proyecto está en una fase demasiada prematura para hacer algo asi, como demuestra precisamente que el caso esté en pleno debate en el TJUE, cuya sentencia no se conocerá al menos hasta la próxima primavera.

Durante una reciente visita a Madrid para explicar los puntos de vista de la Superliga, Berd Reichart reiteró que la Superliga sería una competición «meritocrática». «Cada equipo tendrá el derecho de soñar para clasificarse a la Superliga. No habrá plazas fijas y será gestionado por los clubes», remarcó, en clara contraposición al argumento que Rantos da por probado sin ningún tipo de cimiento real.

«Los clubes aportan el valor, los jugadores, los estadios, y deben ser ellos quienes gestionen su propio destino. Hay muchos grandes clubes que se sienten olvidados por el sistema actual. La competición europea puede tirar el carro del fútbol de una forma más eficaz. El fútbol europeo debe dar los mejores partidos durante toda la temporada, no solo a partir de febrero», añadió Reichart en la capital española.