Alemania – México: batacazo de la campeona para empezar el Mundial

Creer y apostar por ello. Ese le valió a México para dar la primera sorpresa gorda de este Mundial 2018 de Rusia. Un gran trabajo de todo el bloque de Juan Carlos Osorio que supo bloquear a Alemania y potenciar las virtudes propias. Sobre todo con la figura de Hirving Lozano, autor del 0-1, y que fue un quebradero de cabeza para cada defensor teutón mientras le duró la gasolina.

Presentaba pocas sorpresas en los onces tanto Joachim Löw como Juan Carlos Osorio, dos veteranos en el banquillo de las selecciones. Sobre todo el alemán, que lleva desde el 2005 liderando a los teutones competición tras competición. La figura de Plattenhardt, lateral zurdo por el lesionado Héctor, era lo único que podía pillar desprevenido a alguno.

El balón echó a rodar y fue ahí cuando sí saltó la sorpresa. México estaba sumamente cómoda en el Stadion Luzhniki, campo en el que Rusia destrozó a Arabia Saudi en el encuentro inaugural. La Tricolor, que llegaba con algunas dudas a este Mundial 2018 de Rusia, gozó de personalidad nada más saltar al campo.

Era el centro del campo lo que generaba diferencias. El tridente que dibujaban entre Layún, Guardado y Herrera superaba al dúo Kroos-Khedira, generando robos y lanzando contragolpes que desarbolaban una y otra vez a la defensa teutona. Fue en el primer minuto cuando Hirving Lozano avisaba. Recibía en el área, recortaba a un primer defensor y tuvo que llegar como una exhalación Boateng para blocar.

Alemania quiso llevar el peso del juego. Quería la pelota y generaba con ella. Werner tuvo una clara ocasión en el área tras un pase filtrado de Kimmich, pero su disparo se iba desviado. Respondían así los teutones al susto mexicano. Pero los alemanes se diluirían con el paso del tiempo, contagiados por el ritmo alto que imprimían los sudamericanos y que solo beneficiaba a un equipo. Y ese no eran ellos.

México actuaba con velocidad e inteligencia con cada posesión. Las contras les dieron confianza y permitió ver buenas combinaciones entre Vela, Lozano o Guardado. Un disparo potente de Herrera y un cabezazo de Moreno avisaban a Alemania, que no terminaba de asentarse en el campo y ser capaz de contrarrestar las ideas que planteaban los mexicanos. Alemania volvía a replicar por mediación de Werner y Kroos, con dos disparos que acabaría atrapando Ochoa.

Y apareció Lozano. El joven extremo del PSV –que firmó 19 goles esta temporada– era un tormento para Alemania cada vez que se acercaba al área. Sobrepasada la media hora, otro robo en el centro del campo inició el enésimo contragolpe de la Tricolor, éste decisivo. Chicharito recibía de cara y cedía para Guardado, que se la devolvía en un pared que provocó la carrera del ariete. Éste se la cedió a Hirving, que creó, sentó a un Özil que no sabía ni qué hacía por allí, y batió a Neuer con un disparo potente a bocajarro. México mandaba y era merecido.

Pese a todas las dudas que presentaba Alemania, pudo irse al descanso con el 1-1. Toni Kroos lanzó un magnífico libre directo que lograría tocar Memo Ochoa y que, ayudado por el larguero, abortaría. Se llegaba así al descanso, con mucho que mejorar por los teutones y con éxtasis entre los mexicanos.

Otro guión en la segunda mitad

La segunda parte llevó a otros derroteros. Alemania saltó con la necesidad de igualar el partido y México salió a preservar el marcador, el tanto de Lozano era suficiente y sabían que tendrían alguna más al contragolpe, con el rival volcado. Así fue, los teutones empujaron a la Tri hasta su área y estos se dedicaron a achicar.

Los cambios se sucedieron. Löw y Osorio buscaron refresco y soluciones a sus problemas. Destacó la entrada de Rafa Márquez, que alcanzó las cinco participaciones en una Copa del Mundo, hito al alcance de muy pocos. Alemania acabaría con tres centrales, con Özil como mediocentro y con Werner –o Brandt – y Mario Gómez en punta. Todo en juego.

Werner y Kimmich tuvieron ocasiones claras para lograr el empate pero más claras eran aún las de México a la contra. Chicharito y Layún protagonizaron las mejores pero pecaron de una falta de puntería tremenda en los últimos metros. Kroos fue la esperanza de los alemanes en los últimos compases, algo más liberado de la presión rival y que generó espacios y algún que otro disparo que logró blocar el Memo Ochoa.

Pero la Tricolor aguantó, resistió al empuje teutón y achicó cada fuga que encontraron. Todo México acabó ilusionado por el despliegue de su selección, que mostró que con oficio  todo es posible. Alemania, por su parte, arranca con un severo traspiés que nadie esperaba, pero que es entendible por la falta de claridad en los últimos metros.