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La afición del Barça no llenó ni el Calderón… ¡¡¡y querían jugar en el Bernabéu!!!

Vergonzoso, bochornoso, indecente, indigno… muchos son los adjetivos para calificar la más que pobre imagen que presentó el Vicente Calderón en la final de la Copa del Rey que demuestra que el Santiago Bernabéu se les hubiera quedado muy grande.

Los casi 55.000 asientos que tiene el todavía estadio del Atlético de Madrid hasta este domingo, cuando se juegue el partido de leyendas que cerrará su historia -con muchos de ellos arrancados- fueron ocupados en dos terceras partes como se encargaban las redes sociales de demostrar en los instantes previos al pitido inicial (no hubiera significado ni la mitad en Concha Espina: 81.000 espectadores).

Las principales quejas fueron dirigidas hacia la Federación Española de Fútbol y el Barcelona, que dejaron muchas calvas en el feudo rojiblanco y provocaron la ira de los aficionados del Alavés y también periodistas concentrados justo enfrente de la zona cero, mientras que en las horas previas un excandidato a la presidencia culé y consejero del encarcelado Sandro Rosell como Toni Freixa se reía de las obras del Bernabéu… ¿por qué? Como diría Mourinho.