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Bale se desata

La diferencia entre los futbolistas del montón y los cracks radica en que éstos últimos aparecen en las grandes citas, y la del Signal Iduna Park era una de ellas como bien lo sabía Gareth Bale… y Zinedine Zidane. El técnico madridista, al que no se le escapa ninguno de estos detalles, optó por ponerle de titular junto a Cristiano Ronaldo en la delantera.

Al contrario de lo que pasaba en la pasada final de Champions, esta vez sí partía de inicio en detrimento de otros jugadores merengues en buen nivel como Asensio. La lentitud de la defensa amarilla era uno de los defectos que el francés sabía como aprovechar y desde el minuto 1 se vio a un galés muy activo entendiéndose una vez más a la perfección con su compañero de fatigas de la BBC.

Cuando todavía no se habían cumplido los 20 minutos de juego, la calidad de Bale salió a relucir con una volea perfecta a un servicio a medida también de Carvajal. De este modo ponía fin a una mala racha que duraba casi un año en la fase de grupos también (02-11-2016 ante el Legia de Varsovia).

No se iba a quedar ahí la cosa en la primera mitad ya que apenas seis minutos después a punto estuvo de hacer el segundo esta vez en un contraataque en el que dejó a Toprak retratado con su velocidad. Ahí fue cuando apareció la figura de Kuipers y un veterano defensa como Sokratis para fingir un supuesto codazo del Expreso de Cardiff que en cambio le costó la amarilla.

Asistencias y carreras por dóquier

En la segunda parte volvió a aparecer a lo grande con otra de sus infinitas cualidades como las asistencias a los cinco minutos, al servir en bandeja el tanto a Cristiano Ronaldo curiosamente desde el flanco izquierdo -y agradecida posteriormente por su mejor socio.

No sería el último de los pases perfectos de Bale en el partido ya que poco después se asociaría con su amigo Modric en una acción similar pero que no acabó en las redes por el flojo remate del croata que no deslució su perfecto toque. Con el 1-2, se escoró un poco más aún y siguió sirviendo centros y más centros, sin la suerte de encontrar rematador.

Con el Dortmund volcado al ataque, el galés disfrutó de más metros libres y esta vez por la derecha pudo finiquitar la victoria si Kuipers llega a pitar un claro penalti del mismo protagonista de la primera mitad, Sokratis, que tuvo el mismo resultado en contra del Real Madrid. Fue su última acción ya que en el minuto 85 se tiró al suelo exhausto para que entrara Lucas Vázquez en su lugar.