España se estrella contra el muro alemán y se queda sin Europeo (1-0)
España cayó derrotada por 1-0 ante Alemania en la final del Europeo sub-21. El combinado dirigido por Albert Celades no fue capaz de encontrar su juego en ningún momento y lo terminó pagando con una dolorosa derrota. Weiser hizo el gol germano al final del primer acto con un gran cabezazo imposible para Kepa.
El momento de la verdad llegaba. En juego, el trono continental. Casi nada. Y en la lucha España y Alemania. Dos viejísimos conocidos que se han visto las caras en infinidad de ocasiones en todas las categorías a lo largo de la historia. En esta ocasión Cracovia iba a ser testigo de otra batalla sin cuartel. Los germanos avisaban en la previa que iba a ser dura y a España la colgaban un cartel de favorito poco recomendable en estos encuentros.
El duelo comenzaba con los de Celades bien. Con la alegría habitual que imprime el combinado nacional a su fútbol creaban las primeras ocasiones del partido. Aunque las buenas sensaciones duraron poco. Alemania pronto iba a confirmar que estaba mejor en la gran final con un centro-chut de Gerhardt que Kepa desviaba a córner. A continuación, Meyer se estrellaba con el palo. Y Arnold daba el tercer susto con un disparo lejano que se marchaba por poco.
Héctor Bellerín paraba el chaparrón con un cabezazo que no encontraba portería. Pero sería un espejismo. Pronto los germanos iban a recuperar las riendas del encuentro y España iba a volver a sufrir. Gnabry iba a gozar de varias oportunidades sin fortuna. Hasta que el duelo entró en la igualdad.
La selección española cogía oxigeno y trataba de crear peligro con velocidad. Pero nada funcionaba. Eso sí, el equilibrio duró lo justo. Pronto los alemanes comenzaron a recuperar el mando y a crear ocasiones. Kepa se veía acosado una y otra vez, hasta que llegó el gol. Centro desde la derecha de Toljan y cabezazo espectacular en el primer palo de Weiser para batir al meta del Athletic. España se veía por detrás por primera vez en el torneo. Y no era el mejor momento para vivirlo.
No hubo opción
El paso por vestuarios reactivo a España y endureció a Alemania. El equipo nacional salió mejor, más mandón. Mientras que los germanos comenzaban a dar patadas con el consentimiento arbitral. Los de Celades dominaban, creaban y no inquietaban. Salvo por un disparo lejano de Saúl que estuvo cerca de encontrar premio. No obstante, los germanos en cuanto pudieron crearon peligro. Un fallo de Meré propiciaba un mano a mano entre Gnabry y Kema que ganaba el vasco. Menos mal.
España sufría como pocas veces lo había hecho. Alemania con estar ordenada era capaz de neutralizar cualquier intento nacional. Ceballos en una acción personal estuvo a punto de encontrar el premio, pero su zapatazo se marchó desviado. Deulofeu lo volvería a intentar justo después, pero tampoco tenía suerte.
Los últimos minutos no se jugaron. Alemania no quiso y España no supo. El duelo finalizó y una generación llamada a relevar a la absoluta más pronto que tarde perdía el Europeo. Se esfumaba una excelente oportunidad, pero el combinado fue mejor durante una final donde los nuestros nunca se sintieron cómodos.
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