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Sobrevive a la ola de calor: la técnica egipcia para poder descansar en las noches más calurosas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Dormir bien tiene un amplio abanico de beneficios para la salud. En primer lugar, estimula la creatividad al equilibrar las hormonas y la memoria. También ayuda en la pérdida de peso, ya que la falta de sueño altera las hormonas que regulan el apetito. Por otro lado, refuerza el sistema inmunitario. Además, mejora la memoria la memoria al consolidar recuerdos durante la fase REM del sueño. Asimismo, protege el corazón al disminuir el riesgo de insuficiencia cardíaca y colesterol alto, y reduce la depresión al regular las hormonas del estrés y promover un estado emocional positivo. Por lo tanto, un buen descanso es clave para disfrutar de una vida saludable.

Sin embargo, hay momentos en los que descansar bien resulta casi imposible, especialmente durante el verano, cuando las altas temperaturas dificultan el sueño. En estos casos, muchos optan por usar el aire acondicionado o un ventilador. Sin embargo, estas soluciones tienen dos grandes inconvenientes: pueden resecar las vías respiratorias y, en el peor de los casos, provocar resfriados; además, el ruido que generan puede resultar molesto. En este contexto, hay un método antiguo usado por los egipcios para combatir el calor que resulta muy efectivo para conciliar el sueño en noches calurosas.

La técnica egipcia para sobrevivir a las noches de verano

Las altas temperaturas pueden hacer que pases noches en vela, dando vueltas en la cama sin poder dormir. Un remedio conocido como el «método egipcio» puede ayudarte a mantenerte fresco durante las calurosas noches de verano y, además, es muy sencillo de aplicar. Los antiguos egipcios solían empapar sus mantas en agua antes de dormir para mantenerse frescos durante la noche. En la actualidad, podemos adaptar este método con un toque moderno para evitar dormir con una sábana completamente mojada.

Aquí tienes los pasos para mantenerte fresco sin despertar empapado en sudor:

Sin embargo, si la idea de dormir con una sábana húmeda no te resulta cómoda, otra opción es comprar un colchón refrigerante, diseñado para regular la temperatura de tu cuerpo mientras duermes. Además, puedes complementar esto con fundas de almohada especializadas que absorben el sudor, proporcionando un descanso más fresco y cómodo durante la época estival.

Los mejores consejos

Con el cambio climático, las olas de calor en verano son cada vez más frecuentes e intensas, y cuando llega la noche, todos decimos lo mismo: «No puedo dormir con este calor». La temperatura ideal para dormir está entre los 18 y 20 grados, pero no es recomendable ni sostenible mantener el aire acondicionado encendido toda la noche.

Muchas personas necesitan taparse incluso en verano. Opta por sábanas frescas de algodón o lino. Las sábanas con pocos hilos son más ligeras y frescas, lo que ayuda a evitar sudar en exceso.

Hay zonas del cuerpo con mayor flujo sanguíneo que pueden enfriarse para reducir la sensación de calor. Moja con agua fría la nuca, el interior de los codos, las muñecas, detrás de las rodillas y los tobillos antes de acostarte. Si el calor es extremo, usa una bolsa de agua congelada para un frescor duradero.

Un buen colchón es importante en cualquier época del año. Los colchones de muelles son más frescos para el verano, ya que permiten mejor circulación de aire y no retienen tanto calor. Los colchones de muelles ensacados son una excelente opción.

Aunque un ventilador no enfría el aire, lo mueve y alivia la sensación de calor. Dormir con aire acondicionado puede causar resfriados, es costoso y poco sostenible. Los ventiladores son una opción económica, no requieren instalación y tienen un consumo moderado.

Aunque una ducha fría en verano es tentadora, puede hacer que tu cuerpo recupere calor rápidamente después de salir. Es mejor una ducha templada, ya que permite a tu cuerpo mantener una temperatura más constante y evitar sobrecalentarse.

Aunque no ventiles al mediodía, hazlo en las primeras horas del día cuando hace fresco. Esto renueva el aire y evita que se sienta cargado. Ventilar por la mañana y por la noche, o incluso dejar ventanas abiertas toda la noche, ayuda a reducir la temperatura interior.

El calor provoca deshidratación, y el agua es crucial para combatirla. Mantén una hidratación adecuada durante todo el día. Evita beber mucha agua justo antes de acostarte, pero ten un vaso de agua cerca de la cama.

Puede parecer insignificante, pero los electrodomésticos generan calor cuando están enchufados. Desconecta los que no uses y evita encender el horno en pleno agosto, ya que calienta aún más la casa.