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San Patricio no se llamaba así y no fue irlandés: todo lo que debes saber sobre él

Hoy, 17 de marzo, Irlanda celebra a su patrón San Patricio. Una fiesta que es celebrada también muchísimo en Estados Unidos, pero ¿sabías que San Patricio no se llamaba así y no fue irlandés? Descubre todo este santo y también el porqué de su celebración.

La historia real de San Patricio

San Patricio es el santo patrón de Irlanda y se celebra por traer el cristianismo a este país. Se cree que creció en Gran Bretaña en la época romana, pero fue secuestrado y llevado a Irlanda como esclavo. Una vez que fue libre nuevamente, se hizo sacerdote y regresó a Irlanda para convertir a miles de personas al cristianismo. Las fechas de la vida de Patricio no pueden fijarse con certeza, pero después del 431 dC Patricio fue designado sucesor de San Paladio, el primer obispo de Irlanda.

Patricio estableció su cuartel general en Armagh. La tradición le atribuye ser el primer obispo de Armagh y primado de Irlanda. Se asocia tradicionalmente con el trébol, dado que cuenta la leyenda que para poder explicar la Santísima Trinidad a los irlandeses, tomó un trébol de tres hojas.

A pesar de ser todo un símbolo de Irlanda ya hemos explicado el auténtico origen de San Patricio, pero lo cierto es que este no era tampoco su nombre y además, técnicamente, ni siquiera es un santo, ya que en un un principio no fue canonizado oficialmente.

Su nombre real de nacimiento era Maewyn Succat, pero tras ser secuestrado, huir y regresar a Inglaterra, Maewyn hizo voto de vida monástica y adoptó «Patrick» (Patricio) como su nombre de pila (dado que era y sigue siendo, uno de los nombres más comunes en Irlanda). Ya de adulto, regresó a la isla como misionero e introdujo el cristianismo a los pueblos celtas, de ahí que sea venerado como santo por la Iglesia Católica.

Pero no fue un santo real

Sin embargo tras la muerte de San Patricio, el 17 de marzo del año 461, y tras convertirse por clamor popular en el patrón de Irlanda, la Iglesia no lo canonizó porque durante su primer milenio no tenía un proceso formal de canonización. 

Por esta razón los considerados como primeros santos irlandeses, entre los que está San Patricio, no fueron nunca canonizados de manera oficial. Sólo hubo una excepción: la de  Fergal, también conocido como San Virgilio de Salzburgo, que fue un erudito misionero del siglo VIII canonizado en 1233 por el Papa Gregorio IX.

A pesar de que San Patricio no fuera canonizado tras morir, el hecho de que fuera considerado patrón de Irlanda por los irlandeses, hizo que su proceso oficial de canonización llegara alrededor del siglo XII.