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¿Qué sabes de la Fuente de la Hispanidad? Así es el icono de Zaragoza

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con más de 2000 años de historia, Zaragoza destaca por su rica herencia cultural. Su legado abarca desde su fundación romana hasta la vibrante diversidad cultural que caracteriza a la ciudad.

La capital aragonesa alberga dos impresionantes catedrales y un palacio islámico fortificado que se erige en el corazón de la urbe. Además, se pueden apreciar vestigios monumentales de la antigua Cesaraugusta romana y elegantes casas palaciegas de estilo renacentista.

Zaragoza, una ciudad espectacular

El legado monumental e histórico de Zaragoza es impresionante, reflejando la influencia de sus cuatro culturas ancestrales a lo largo de sus calles. Destacando como su principal atractivo, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar se erige como el símbolo más emblemático de la ciudad, siendo también su segunda catedral.

A poca distancia se encuentra la Catedral del Salvador, el templo histórico más importante de la ciudad, que se distingue como un referente del arte mudéjar aragonés. Este monumento ha sido declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Otro lugar imprescindible en la visita a la ciudad es el hermoso Palacio de la Aljafería, una fortaleza islámica del siglo XI construida como residencia de recreo de los reyes de la taifa de Saraqusta.

Fuente de la Hispanidad

Ubicada al norte de la Plaza del Pilar de Zaragoza, justo frente a la Iglesia de San Juan de los Panetes, se encuentra la Fuente de la Hispanidad, erigida como parte de las renovaciones realizadas en la plaza en 1991 para conmemorar la Hispanidad.

El diseño de la fuente representa el mapa de Hispanoamérica, con una estría en la parte superior norte que forma la Península de Yucatán y Centroamérica. Desde esta estría, una cascada desciende hacia el estanque, simulando la forma de Sudamérica y la Tierra de Fuego.

La fuente se enriquece con tres bloques prismáticos de distintas dimensiones, elaborados en hormigón y revestidos con mármol blanco. Estos bloques evocan las dos carabelas y la nao en las que Cristóbal Colón emprendió su histórico viaje y descubrió América. Además, se añade un globo terráqueo de hormigón, esculpido por Francisco Rallo Lahoz, en el que están representados en relieve los otros cuatro continentes.

Las dimensiones de la Fuente de la Hispanidad son impresionantes: se alza a más de 7 metros en su punto más alto. En la base, ocupa un rectángulo de 26,10 x 27,50 metros. Este espacio se complementa con el estanque que la precede, que tiene la misma anchura pero una longitud de 34,50 metros.

Historia

La historia de Zaragoza se remonta a la prehistoria, con vestigios humanos que datan del siglo VII a.C. En esa época, se encontraban cabañas de adobe en la confluencia de los ríos Ebro y Huerva. Posteriormente, en el siglo III a.C., se estableció un asentamiento íbero que llegó a ocupar hasta 10 hectáreas. Durante este tiempo, la ciudad acuñó su propia moneda y experimentó el fuerte viento conocido como cierzo.

En el año 14 a.C., los romanos fundaron la colonia de Caesaraugusta en honor al emperador Cesar Augusto. Durante este periodo, la ciudad vivió un auge con una población de 20,000 habitantes y una variedad de infraestructuras, incluyendo el Teatro de Caesaraugusta, las Termas Públicas, el Foro, el Puerto Fluvial y las Murallas de Caesaraugusta.

En el año 714, la ciudad fue tomada por el ejército musulmán, convirtiéndose en parte del Califato de Córdoba hasta principios del siglo XI, cuando se estableció la Taifa de Zaragoza. Zaragoza se convirtió en un importante centro comercial y su población alcanzó los 25,000 habitantes.

En 1118, Zaragoza fue conquistada por Alfonso I el Batallador, marcando el inicio de una nueva era bajo el Reino de Aragón. La ciudad se convirtió en la capital del reino y se construyó la Catedral de la Seo sobre la antigua mezquita. El palacio de la Aljafería fue la residencia de los reyes de Aragón.

En el siglo XVI, experimentó un periodo de esplendor con la construcción de numerosos palacios, iglesias y edificios públicos. Se convirtió en una importante ciudad comercial y cultural, conocida como la «Florencia de occidente».

Durante el siglo XVIII, Zaragoza se recuperó con la llegada de la corriente industrializadora y la construcción del Canal Imperial de Aragón. Además, destacó la presencia del pintor Goya, quien dejó su huella en la ciudad.

El siglo XIX trajo consigo la Guerra de la Independencia y los Sitios de Zaragoza, donde la ciudad resistió valientemente los ataques franceses.  En el siglo XX, Zaragoza celebró el Primer Centenario de los Sitios en 1908 y experimentó una gran transformación urbanística.

Hoy en día, Zaragoza es una ciudad moderna y próspera, con una población cercana a los 700,000 habitantes. Ha sido sede de importantes eventos y congresos, y ha sabido preservar su rico patrimonio, incluidos sitios reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. En el nuevo siglo, ha continuado su desarrollo con la construcción de modernas infraestructuras como el Parque del Agua.