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Ni calorías ni proteínas: la diferencia entre los huevos marrones y blancos

Toma nota de la verdadera diferencia entre los huevos blancos y los marrones

El consumo moderado de huevos no tiene un impacto negativo en la salud cardiovascular: éste es el motivo

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Los huevos son uno de los alimentos más consumidos en el mundo, marrones y blancos, hay una diferencia importante en ellos. No hay nevera, ni casa, en la que no haya huevos, en casi ningún hogar falta este básico que puede transformarse de una y mil formas diferentes. Puede acabar mostrándonos una imagen muy distinta desde la inicial, desde un buen bizcocho, una crepe o unos huevos revueltos o una salsa carbonara de las auténticas. El huevo es un aliado de cualquier cena o comida, por sí solo, como huevo frito con pan, ya es increíble.

Difícilmente podríamos vivir u obtener una serie importante de proteínas sin el huevo. Aunque las opciones veganas van ganando terreno, el huevo es y será una de las últimas cosas en dejar. Una tortilla de patatas ha sido la cena rápida de millones de personas cuando no había procesados. Con el huevo se podían cocinar increíbles recetas en un abrir y cerrar de ojos. Abriendo con ellos un debate sobre el color de estos alimentos que debemos conocer, antes que nada. Marrón o blanco, puede acabar siendo lo que marque una diferencia importante en todos los sentidos.

Ni proteínas ni calorías

Hay muchos tipos de huevos. De hecho, seguramente habremos probado varios a lo largo de nuestra vida. Desde los más buenos, los de la infancia, dependiendo de la zona, los míticos huevos de pato. Son incomparables y seguramente tardaremos en verlos cada vez más, pero con ellos las tortillas no saben igual.

Es una explosión de sabor, casi comparable a los de codorniz a los que nos hemos acostumbrado hace poco. Más pequeños, ideales para entrantes o pinchos, son un buen básico para delicatesen o simplemente sacarse la espinita clavada cuando lo que queremos es descubrir una forma de poner en práctica determinados elementos que van de la mano.

Habrá llegado ese momento en el que tendrás que empezar a prepararte para volver a descubrir la esencia de esos huevos que son casi mágicos. Una gran fuente de proteínas con más o menos calorías, aunque no depende del color este elemento, sí de la variedad que usemos.

Los expertos nos han dado unos datos que, quizás no conocíamos, sobre el color de esos huevos que seguramente tenemos en la nevera. Blancos o marrones, hay una razón de ser para estos tonos que tenemos a la vista.

La diferencia entre los huevos marrones y blancos es esta

El blog Cobardes y gallinas nos dan la respuesta definitiva a la diferencia entre huevos blancos o marrones, según estos expertos: «Aunque pueda resultar llamativo que sean huevos de colores tan diferentes, la pigmentación no tiene nada que ver con el resultado de la yema y la clara. Así pues, para dilucidar qué huevos son mejores los blancos o los marrones, tendremos que apuntar a otros elementos. Los huevos blancos y los marrones presentan la misma calidad y ambos son recomendables por igual para incluir en el consumo y la dieta habituales. Lo que sí influye es la alimentación que ha recibido la gallina, como recuerdan desde el Instituto de Estudios del Huevo. De hecho, incluso la coloración de la yema es diferente debido a la mayor o menor presencia de algunos nutrientes frente a otros, pero no tiene nada que ver con el color de la cáscara. Sí, la raza de la gallina ponedora también tiene relación directa con el color, pero eso no debería ser una objeción para decidir qué huevos son mejores, los blancos o los marrones. Al final, la coloración de la cáscara depende de los pigmentos y su proporción: protoporfirina, biliverdina y quelato de zinc de biliverdina».

Junto con un dato sorprendente, los españoles comemos una media de 168 huevos blancos o marrones, el color es indiferente al año. Sabemos apreciar ese sabor especial de un alimento que puede llegar al plato de varias formas diferentes que debemos conocer en primera persona.

A partir de ahora, sabrás tal como dicen estos expertos que: «Encontrarnos huevos con cáscara blanca o marrón depende de la genética o la raza de la gallina ponedora y no tanto de las características nutricionales del alimento. Te estarás preguntando por qué son más caros los marrones que los blancos. La explicación es muy sencilla: las gallinas que ponen huevos marrones tienen un mayor tamaño, por lo que comen más; ergo la alimentación es más costosa y eso se repercute sobre todo hacia el consumidor».

Por lo que, podrás disfrutar de este lujoso manjar low cost, con un buen pan de pueblo y nuestro aceite de oliva más auténtico, un simple huevo se convierte en la cena rápida ideal. Esa yema cremosa que se fusiona con el pan como si fuera uno y esa clara con un leve color verdoso del aceite de oliva, son, una opción que de vez en cuando nos podemos permitir.