De mezquita a catedral: la insólita evolución de ‘El patio de los Naranjos’ de Sevilla
La insólita evolución de ‘El patio de los Naranjos’ de Sevilla te descubrirá un lugar que es realmente sorprendente que pasó de ser una mezquita a una catedral
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La insólita evolución de ‘El patio de los Naranjos’ de Sevilla te descubrirá un lugar que es realmente sorprendente que pasó de ser una mezquita a una catedral. El pasado histórico de esta ciudad andaluza es lo que ha marcado la diferencia en todos los sentidos, permitiendo readaptar este universo que ha pasado a través de varias etapas.
La historia es lo que marca el curso de las ciudades, los acontecimientos que afectaron a nuestro país están muy presentes en una Sevilla que ha dejado más de una sorpresa con el paso del tiempo. Del dominio musulmán a la reconquista, así es cómo cambió Sevilla.
La evolución de ‘El patio de los Naranjos’ de Sevilla
Al igual que todo el país, nos enfrentamos a un universo de cambios que llegan a través de las distintas etapas históricas. El imperio que conquistó la península en la edad media fueron los musulmanes que cambiaron la organización de la zona, dando lugar a unos reinos de taifas que fueron los que marcaron las diferencias.
Ante la llegada de unos nuevos dominios, lo primero que cambió fueron los edificios y toda la sociedad en sí. Se adaptaban a una nueva forma de ver el mundo marcada por una religión que en este caso acabaría siendo la que crearía edificios realmente singulares. Partiendo de la base de que son edificios sagrados, pero también el origen de los enclaves céntricos de la ciudad.
Sevilla es hoy en día una de las capitales que durante siglos estuvo bajo el dominio musulmán. Al igual que otros puntos de Andalucía, ya que esta comunidad fue el lugar de España en el que se mantuvieron los reinos de Taifas más fuertes, diferenciándose con un norte que pudo mantener su identidad cristiana durante más tiempo, incluso sirviendo de frontera, ante una Europa en la que esta religión era la prioritaria.
En algunas zonas se decidió demoler los edificios para dar lugar a otras edificaciones, pero también se optó por respetar algunas que ya estaban construidas, aprovechando los materiales. Con la llegada del cristianismo se ponían las bases de este cambio que traía consigo determinadas consecuencias.
De mezquita a catedral es un cambio que han vivido alguno de los edificios de Sevilla. Por lo que no puedes dejar de visitar esta ciudad, para comprobarlo en primera persona.
El cambio de mezquita a catedral
La descripción de este lugar que forma parte de la Catedral de Sevilla quizás nos hará ir en busca de conectar de nuevo con este enclave que ha acabado siendo uno de los más icónicos. Este patio antes de la llegada del cristianismo tenía otros elementos que han acabado siendo los que han marcado un antes y un después.
Tal y como figura en la web: “El antiguo patio de abluciones califal dará paso al patio cristiano, por lo que las funciones que reúne en las distintas etapas históricas del edificio serán muy diferentes entre sí. De este modo, de acoger las abluciones, es decir, la purificación ritual previa al rezo musulmán, se convierte en uno de los escenarios esenciales para el desarrollo del ceremonial católico de la Catedral, albergando el tránsito de las mayores solemnidades.”
La realidad es que se ha convertido en un auténtico icono: “Sin embargo, esta disparidad no sólo se encontrará presente en las funciones sino también en las formas. Así, si en la etapa califal, la fachada norte se encontraba abierta al patio, será tras la conquista cristiana cuando, a partir de la construcción de las capillas, se desarrolle su proceso de cerramiento.”
Con unas funciones que han ido cambiando con el paso del tiempo al igual que su estética, según recoge la web y las propias crónicas de la época que afirman que: “Las opiniones son discordantes si atendemos a la presencia de las galerías que delimitan a este espacio. Así, mientras que algunas fuentes datadas en 1236, hacen alusión a “la claustra de Santa María”, el testimonio de Ambrosio de Morales arroja la ausencia de pórticos en época musulmana. De cualquier modo, se conoce que las tres galerías fueron reconstruidas durante el episcopado de Martín Fernández de Angulo (1510-1516), a cargo del arquitecto Hernán Ruiz I.”
De la misma forma que nos indican el por qué de la denominación en patio de los naranjos, según afirman en su web: “existe una absoluta certeza en apuntar que su denominación e imagen actuales son deudoras de la labor emprendida por el obispo Francisco Reinoso (1597-1601), que plantea el espacio a modo de jardín. Naranjos, palmeras y cipreses se distribuyen en hileras, como si se tratara de la proyección hacia el exterior de aquellas columnas que pueblan la sala de oración. El agua también tiene cabida en este singular espacio, con la presencia de los surtidores y las fuentes de Santa María y del cinamomo.”
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