La mezcla secreta que usan los expertos en limpieza para dejar el horno como el primer día
La limpieza del horno no sólo es esencial para la higiene de la cocina, sino que también mejora la eficiencia y prolonga la vida útil de este electrodoméstico. Aunque hay quienes creen que se trata de una tarea muy complicada, existe una mezcla secreta de ingredientes que hace que resulte extremadamente sencilla. Esta fórmula, que incluye agua, vinagre, bicarbonato de sodio, sal y limón, es el truco favorito de los expertos en limpieza, quienes aseguran que tiene la capacidad de devolverle al horno su brillo original.
La clave de este truco radica en generar vapor con la combinación de estos ingredientes, lo que ayuda a ablandar la suciedad incrustada. Esta mezcla ofrece varias ventajas muy interesantes. En primer lugar, es completamente natural y no contiene productos químicos agresivos que puedan dañar el interior del horno o que liberen vapores tóxicos durante su uso. Además, al usar ingredientes que todos tenemos en casa, es económico y fácil de poner en práctica.
El truco definitivo para la limpieza del horno
Para comenzar con este truco, lo primero que necesitamos son los ingredientes básicos: agua, vinagre, bicarbonato de sodio, sal y limón.
- El vinagre es un limpiador natural que no sólo desinfecta, sino que también ayuda a disolver la grasa acumulada. Es ideal para tratar las superficies de acero inoxidable o esmalte del horno sin dañarlas.
- El agua, por su parte, facilita la disolución del vinagre y actúa como base para crear vapor.
- El bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que, al combinarse con el vinagre, forma una pasta que puede actuar sobre las manchas más difíciles.
- La sal se utiliza en soluciones de limpieza casera debido a su capacidad para absorber la humedad y descomponer la suciedad adherida. Además, funciona bien para darle un toque de abrasividad adicional a la mezcla.
- El limón actúa como desinfectante natural y deja un aroma fresco que elimina los malos olores. Además, su acidez ayuda a disolver la grasa y otras sustancias adheridas a las paredes del horno.
Una vez que tenemos todos los ingredientes a la mano, el siguiente paso es preparar la mezcla y seguir estos pasos:
- Lo primero que debes hacer es mezclar los ingredientes. Para esto, coge un recipiente apto para horno y combina: una taza de vinagre blanco, una taza de agua, el jugo de un limón, una cucharada de bicarbonato de sodio y una cucharadita de sal. Revuelve bien para disolver el bicarbonato y la sal en el líquido. Esta mezcla se convertirá en el ingrediente base que ayudará a descomponer las impurezas del horno.
- Una vez que lista la mezcla, colócala en un recipiente resistente al calor y ponla dentro del horno, asegurándote de que esté bien colocado en una de las rejillas.
- Enciende el horno a 180 grados durante 30 minutos. Durante este tiempo, el calor hará que la mezcla genere vapor, el cual se esparcirá por las superficies internas del horno.
- Apaga el horno y deja que se enfríe durante unos minutos.
- Una vez que el horno se haya enfriado lo suficiente, toma una esponja o un trapo limpio y suave. Moja ligeramente la esponja en la mezcla de agua y vinagre que se ha quedado en el fondo del recipiente y comienza a frotar las paredes y el interior del horno.
- En las zonas más difíciles o con grasa incrustada, puedes aplicar una pequeña cantidad adicional de bicarbonato de sodio directamente sobre la mancha y frotar con un poco de agua tibia.
- No olvides limpiar las rejillas del horno y la puerta. Si las rejillas están muy sucias, puedes retirarlas y dejarlas remojando en una solución de agua caliente con bicarbonato y vinagre durante unos minutos. Luego, frótalas con un cepillo o esponja para quitar los restos de grasa.
- Una vez que hayas frotado todas las superficies internas del horno, es importante secar con un trapo limpio y seco para evitar que queden residuos de la mezcla. Si deseas un acabado brillante, puedes pasar un trapo limpio y seco con un poco de vinagre para darle un toque de brillo y eliminar cualquier resto de humedad.
- Finalmente, usa un trapo suave con un poco de la mezcla limpiadora para limpiar la puerta. Si la puerta está especialmente sucia, puedes hacer una pasta con bicarbonato de sodio y agua y aplicarla sobre las manchas, dejándola reposar durante unos minutos antes de frotar.
Para evitar que tu horno se ensucie rápidamente de nuevo, procura limpiarlo con frecuencia, incluso si solo realizas una limpieza superficial. Esto ayudará a evitar que la grasa y los restos de alimentos se acumulen, haciendo que la limpieza profunda sea más fácil. Asimismo, utiliza un protector de horno o una bandeja para hornear que se pueda retirar y limpiar fácilmente después de cada uso. Esto evitará que los restos de comida se adhieran al fondo del horno.
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