Las mascarillas, y no ver la boca de las personas, puede afectar en las relaciones sociales
El simple hecho de tapar la boca con una mascarilla y no ver la sonrisa de las personas, puede afectar a las relaciones sociales de las personas.
La mascarilla se ha convertido en un accesorio del que no podemos prescindir este año, y aunque las tenemos de diferentes colores, estilos y materiales, no solo molesta a quienes usan gafas (ya que estas suelen acabar empañadas) sino que es evidente que oculta (en parte) nuestras emociones, de modo que se hace obligado intentar interpretar que intenta transmitir nuestro interlocutor a través de los ojos y no solo a través de las palabras que pronuncia, ya que se pueden ver afectadas las relaciones sociales.
Cómo afectan las mascarillas a las relaciones sociales
Pero ¿porqué se hace tan importante saber interpretar la mirada o lo que nos «dice» con los ojos una persona que lleva una mascarilla puesta? Pues según Jeanne Tsai, profesora de psicología en la Universidad de Stanford, porque es posible que el hecho de no ver la sonrisa del interlocutor se convierta en un problema en algunas culturas.
«Los norteamericanos tienden a centrarse más en la boca de las personas que los asiáticos orientales, que en cambio se centran en los ojos » , explica Tsai en una entrevista publicada en Stanford News . Según la experta, los norteamericanos consideran que las personas que muestran una amplia sonrisa son más amigables y confiables: esto significa que ahora, con la mascarilla, les resulta más difícil relacionarse con extraños, de modo que las relaciones sociales se pueden ver afectadas. «La sonrisa afecta el juicio de un norteamericano más que la fisonomía asociada con una raza o sexo», dice Tsai.
Condiciones culturales
En un estudio de 2017 sobre este mismo tema , realizado con otros investigadores del departamento de psicología de Stanford, Jeanne Tsai señaló que estas diferencias culturales pueden convertirse en un problema a la hora de trabajar. «A menudo, los norteamericanos juzgan erróneamente a personas de otras culturas, y tienden a no contratarlos porque los consideran hostiles», dice refiriéndose a ese estudio: «simplemente porque alguien no está acostumbrado a sonreír, no significa que no tenga una buena actitud o que no sea amigable: solo se trata de diferencias culturales». Es esencial comprender, subraya Tsai, que a menudo la amistad de una persona está más condicionada por su cultura que por su carácter.
Cómo podemos sonreir con los ojos mientras llevamos mascarillas
Entonces, ¿cómo comportarse ahora que nuestra sonrisa está oculta por las mascarillas gran parte del día? Hay que aprender a sonreír con los ojos y también con la voz , y a leer los ojos y la voz de uno que está delante de ti, y para ello, no hace falta exagerar o forzar el gesto. Tan solo debemos sonreir incluso cuando la mascarilla nos cubre la boca. Si te fijas, al sonreír los ojos también lo expresan, de modo que no nos guardemos las sonrisas y ante el hecho de echar de menos las sonrisas, nada como elegir tal vez una mascarilla transparente como las que ya se comercializan, o como las lanzadas recientemente con la impresión de nuestra parte inferior de la cara.
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