Los expertos lo hacen y es infalible: el motivo por el que tienes que poner una pegatina en tu tarjeta de crédito
En un mundo cada vez más digitalizado, donde los avances tecnológicos traen consigo comodidad pero también nuevos peligros, la seguridad se ha convertido en una preocupación constante para todos. Si bien muchas personas han adoptado sistemas de pago electrónicos y, todavía hay millones de personas que utilizan tarjetas físicas. Lo que pocos saben es que hay un sencillo truco recomendado por expertos en ciberseguridad que puede marcar la diferencia a la hora de evitar un fraude bancario: colocar una simple pegatina en la tarjeta de crédito.
Las estafas mediante robo de datos personales, las clonaciones de tarjetas o el uso de cámaras ocultas en cajeros automáticos son cada vez más sofisticadas. Aunque muchas de estas amenazas parecen propias de una película de espionaje, lo cierto es que suceden a diario y afectan a ciudadanos de todas las edades. Por eso, es imprescindible tomar medidas preventivas, especialmente para quienes continúan utilizando tarjetas bancarias tradicionales.
¿Por qué debes poner una pegatina en la tarjeta de crédito?
El auge de los fraudes digitales ha obligado a replantear la manera en la que protegemos nuestra información. Hasta hace unos años, los más comunes implicaban llamadas telefónicas sospechosas o correos electrónicos mal redactados que pedían nuestros datos. Hoy, sin embargo, el panorama ha cambiado. Las estafas son más sofisticadas, automatizadas e incluso pueden utilizar inteligencia artificial para engañarnos.
Una de las técnicas más utilizadas recientemente es la colocación de cámaras diminutas en cajeros automáticos. Estos dispositivos, prácticamente invisibles al ojo inexperto, pueden grabar los datos impresos en la tarjeta bancaria (como el número, el nombre del titular o la fecha de caducidad) mientras una persona realiza una operación. En muchos casos, las cámaras también se enfocan en el teclado o la pantalla táctil, capturando así el PIN que se introduce.
Con esa información, un ciberdelincuente tiene todo lo necesario para clonar una tarjeta o realizar transacciones no autorizadas. En cuestión de minutos, el dinero puede desaparecer de la cuenta. Por eso, cada pequeño detalle cuenta a la hora de protegerse. Y aquí es donde entra en juego el truco de la pegatina.
Puede parecer una tontería, pero pegar una simple pegatina sobre los datos visibles de la tarjeta de crédito puede marcar una gran diferencia. De esta manera, se evita que cualquier cámara oculta pueda captar la información crítica que aparece impresa: número de tarjeta, nombre del titular y fecha de expiración.
La mayoría de las operaciones hoy día, como pagos por chip o contactless, no requieren que estos datos estén visibles, por lo que cubrirlos no afecta al uso diario. En cambio, dificulta muchísimo la labor de quienes intentan obtener esta información de forma fraudulenta.
¿Cómo hacerlo correctamente?
Si decides aplicar este truco, hay algunas recomendaciones prácticas que pueden ayudarte:
- Usa una pegatina opaca, de color sólido, para que no se pueda leer a través de ella.
- Evita cubrir el chip o la banda magnética, ya que son esenciales para el funcionamiento de la tarjeta.
- No pegues la etiqueta sobre superficies con relieve, ya que podría despegarse más fácilmente.
- Renueva la pegatina si se deteriora, ya que una adhesión pobre puede hacer que se caiga sin que te des cuenta.
Una duda común que muchas personas tienen es si cubrir la información impresa puede causar problemas al usar la tarjeta. La respuesta corta es no. Los datos esenciales para operar (como el chip, la banda magnética o la tecnología contactless) siguen siendo perfectamente funcionales. Las pegatinas no afectan el uso en TPV (terminales de punto de venta).
Mientras, algunas entidades bancarias han comenzado a ofrecer tarjetas que no tienen impresos los números en el anverso, precisamente como medida de protección contra fraudes físicos.
Un segundo nivel de seguridad: el PIN falso
Pero los expertos no se quedan ahí. Otro truco muy interesante y también poco conocido es colocar una segunda pegatina, en este caso con un número PIN falso. La idea es que, si alguien logra hacerse con la tarjeta y trata de utilizarla, usará ese código erróneo (pensando que es el real) y al introducirlo varias veces sin éxito, el sistema bancario bloqueará automáticamente la tarjeta por motivos de seguridad.
Esto es especialmente útil si te roban la cartera o pierdes la tarjeta sin darte cuenta. El estafador se encuentra con un PIN falso, el sistema detecta los intentos erróneos, y tú recibes una notificación. Así, no sólo se protege el dinero, sino también el acceso a la cuenta bancaria.
El avance tecnológico ha traído consigo enormes ventajas, pero también ha puesto al alcance de los estafadores nuevas herramientas para delinquir. En este escenario, colocar una simple pegatina sobre la tarjeta de crédito es un gesto sencillo que puede marcar la diferencia. Combinado con una pegatina con un PIN falso, se convierte en un mecanismo que refuerza la seguridad sin necesidad de gastar dinero ni depender de aplicaciones o dispositivos externos.
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