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Los expertos están pidiendo que echemos vinagre en nuestras terrazas y tienes que hacerlo ya

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Existe la creencia generalizada de que sólo debemos preocuparnos de la aparición de insectos en el hogar durante los meses de verano. Sin embargo, ahora que ha empezado el otoño, debemos tener mucho cuidado con la llegada de una visita tan silenciosa como indeseada: las arañas. Aunque cumplen un papel fundamental en el equilibrio natural, su presencia genera rechazo. Por ello, los expertos en control de plagas recomiendan echar vinagre en las terrazas y jardines durante los meses de septiembre, octubre y noviembre.

Las arañas aumentan su actividad a finales del verano. En septiembre empieza su época de apareamiento, y muchas especies buscan lugares cálidos para poner sus huevos. Esa búsqueda las lleva a acercarse a las viviendas, especialmente cuando las temperaturas diurnas bajan y los interiores se mantienen templados. «Es un patrón estacional muy claro. Durante el otoño, las arañas se aventuran dentro de las casas porque encuentran refugio, alimento y condiciones adecuadas para sobrevivir al invierno»,  explica Liam Cleverdon, experto en limpieza y director de la empresa británica Flooring King, citado por Tom’s Guide.

Vinagre blanco, el mejor aliado contra las arañas

La mayoría de arañas que podemos encontrar en España son completamente inofensivas, pero nadie quiere convivir con ellas. Según un estudio de la Universidad de Reading, más del 70% de las personas admite sentir rechazo ante la presencia de arañas en el hogar. «No es tanto un peligro real, sino una reacción instintiva», apunta Cleverdon. Frente a esta situación, muchas personas recurren a insecticidas químicos. Sin embargo, estos productos pueden resultar tóxicos para niños, mascotas y plantas. Por eso, cada vez más hogares optan por soluciones naturales.

«El vinagre tiene propiedades desinfectantes, desodorizantes y, como se ha comprobado, repelentes naturales contra insectos. Su olor fuerte y ácido actúa como barrera olfativa para las arañas. Su sistema sensorial es extremadamente sensible a los ácidos volátiles, y el vinagre interfiere con sus quimiorreceptores, ubicados en las patas», comentan los expertos.

El método, además de efectivo, es muy simple. Basta con mezclar una parte de vinagre blanco con una parte de agua en una botella con pulverizador. Algunas personas añaden unas gotas de aceite esencial de limón, lavanda o menta para suavizar el olor, aunque no es imprescindible.

Una vez lista, sólo hay que rociar la mezcla en patios, senderos, muros, zócalos, marcos de puertas, alféizares de ventanas y cualquier zona donde puedan aparecer telarañas o grietas. En exteriores, es recomendable aplicarla una o dos veces por semana, especialmente después días lluviosos. En interiores, basta con pulverizar pequeñas cantidades en esquinas y rincones poco transitados.

«Es una práctica segura y ecológica. No deja residuos dañinos y puede aplicarse sin riesgo, incluso en hogares con niños pequeños o animales domésticos. A diferencia de los insecticidas tradicionales, no contamina el aire ni daña las superficies». Además de su efecto repelente, el vinagre ayuda a mantener los suelos y baldosas libres de bacterias y elimina olores persistentes.

El secreto de la eficacia del vinagre radica en su composición. «El vinagre interrumpe la capacidad de orientación de estos animales. Las confunde. No pueden interpretar correctamente las señales químicas que utilizan para moverse o cazar, así que optan por alejarse del área. A diferencia de los pesticidas sintéticos, el vinagre se descompone rápidamente y no afecta a los polinizadores ni al suelo. Es una alternativa completamente segura».

Recomendaciones adicionales

Los expertos señalan que el vinagre es más efectivo cuando se combina con medidas preventivas básicas. Entre ellas:

En los últimos años, ha aumentado exponencialmente el interés por los remedios caseros debido a varios factores. En primer lugar, diversos estudios han demostrado que determinados productos de limpieza liberan compuestos orgánicos volátiles perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente. Asimismo, las soluciones ecológicas son mucho más versátiles y económicas; en la mayoría de los casos, sólo se necesitan unos ingredientes muy simples, como el vinagre, el limón o el bicarbonato, para elaborarlas.

«El movimiento hacia lo natural no es una moda, es una respuesta a un problema real. Queremos hogares más limpios, pero también más saludables». No se trata de una moda pasajera, sino de una nueva tendencia que ha llegado para quedarse. El hecho de rociar vinagre en la terraza puede parecer un gesto insignificante, pero sus resultados hablan por sí solos. En pocas semanas, muchas familias notan una reducción drástica en la presencia de arañas y otros insectos. «Es una forma de recuperar el control del entorno doméstico sin depender de productos químicos. En definitiva, se trata de cuidar la casa y el medio ambiente al mismo tiempo».