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Europa lo ha confirmado y es oficial: adiós a uno de los productos míticos de los bares y restaurantes

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A partir del próximo año, bares, cafeterías, restaurantes y otros establecimientos de hostelería en toda España deberán enfrentarse a un cambio notable en su día a día. La Unión Europea ha anunciado una nueva normativa que prohibirá el uso de envases monodosis para productos como azúcar, mantequilla, mermeladas y otros similares. La medida, enmarcada dentro del nuevo Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR), tiene como objetivo reducir la generación de residuos plásticos y fomentar prácticas más sostenibles en la industria.

Esta medida no sólo implica eliminar los envases de un solo uso, sino también replantear rutinas establecidas, modificar equipamientos y formar al personal. La medida se extiende más allá de la alimentación: también se eliminarán los botes individuales de champú, gel y otros productos de higiene en hoteles y alojamientos. Bruselas quiere acabar con el uso indiscriminado de envases desechables, y con esta normativa pretende marcar un antes y un después en cómo se sirven los productos.

Prohibición de envases en la Unión Europea

La nueva norma impactará directamente en los artículos que más se utilizan en los desayunos: los sobrecitos de azúcar, los paquetitos de mantequilla, los botes de mermelada y los pequeños envases de aceite o vinagre. Estos elementos, aunque prácticos, generan una cantidad inmensa de residuos. Las alternativas propuestas por la normativa europea son claras: envases reutilizables, dispensadores y recipientes colectivos. Pero esto plantea preguntas importantes para los profesionales del sector.

Por ejemplo, ¿cómo se garantizará la higiene en estos nuevos formatos compartidos? ¿Qué cambios se deberán implementar en los procesos de limpieza? ¿Cómo afectará esto a la experiencia del cliente, acostumbrado a abrir su dosis individual? Además, los establecimientos deberán invertir en nuevas infraestructuras y utensilios que permitan cumplir con la norma, lo que podría representar un gasto considerable para muchos pequeños negocios.

Los temores no son infundados. En el caso de los buffets de desayuno en hoteles, donde los clientes acceden directamente a la comida, compartir mantequilleras o botes de mermelada puede complicar la gestión de higiene y la reposición continua. Los hosteleros deberán establecer protocolos estrictos para limpiar y rellenar estos recipientes con frecuencia, además de ofrecer al personal la formación necesaria para aplicar correctamente estas medidas.

Los expertos recomiendan que los negocios empiecen desde ya a prepararse para esta transición. Algunas de las acciones clave incluyen:

Además, es probable que la implementación de esta norma venga acompañada de inspecciones y controles por parte de las autoridades sanitarias y medioambientales, lo que aumenta la necesidad de estar preparados desde el primer día.

Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR)

El Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR, por sus siglas en inglés: Packaging and Packaging Waste Regulation) es una propuesta legislativa de la Unión Europea que busca sustituir la Directiva 94/62/CE. Su objetivo principal es reducir de manera significativa el impacto ambiental de los envases en todo el ciclo de vida del producto, promoviendo una economía más circular y sostenible.

El PPWR establece requisitos vinculantes a nivel de la UE, armonizando normas que anteriormente variaban entre los Estados miembros. Se enfoca en reducir el volumen de residuos generados, fomentar la reutilización, mejorar el reciclaje y garantizar que todos los envases en el mercado sean reciclables de aquí a 2030.

Entre las medidas clave, el reglamento propone objetivos ambiciosos de reducción de envases para 2030 y 2040, prohíbe ciertos tipos de envases de un solo uso, y promueve el uso de envases reutilizables en sectores como la alimentación y la restauración.

Además, exige un diseño más sostenible: todos los envases deberán cumplir criterios de reciclabilidad, estar hechos de materiales reciclables y, en ciertos casos, incluir contenido reciclado obligatorio. Las empresas tendrán que etiquetar claramente los envases con información sobre su composición y cómo desecharlos adecuadamente, facilitando la separación en origen por parte de los consumidores.

El PPWR también incorpora medidas para reducir los envases innecesarios y el «espacio vacío» en los envíos, especialmente en el comercio electrónico. Esto busca reducir el uso excesivo de materiales y las emisiones asociadas al transporte.

En resumen, el PPWR representa un paso significativo hacia la sostenibilidad en la gestión de residuos de envases en Europa, fomentando la innovación, la eficiencia de recursos y la transición hacia una economía circular.