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Estos son todos los trucos para conseguir que la salsa bechamel quede perfecta y sin grumos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La salsa bechamel es un clásico de la cocina, y hay varios trucos para conseguir que quede perfecta y sin grumos. Para la elaboración de la salsa, los ingredientes son muy simples y seguro que los tiene en la cocina: mantequilla, harina, aceite, leche y sal. Además, hay quienes le ponen nuez moscada o pimienta negra para marcar la diferencia.

Trucos para hacer la salsa bechamel sin grumos

Algo muy importante a tener en cuenta es que no se debe poner la leche fría de la nevera por una razón muy simple: el cambio brusco de temperatura favorece la formación de grumos. Lo mejor es poner la leche del tiempo y, si se te ha olvidado sacarla antes de la nevera, solo tienes que calentarla unos segundos en el microondas.

Si dudas entre utilizar una cuchara de palo y una varilla, opta por la segunda. La varilla ayuda a disolver los pequeños grumos que se puedan formar, mientras que la cuchara de palo no.

El mejor truco de todos es el de la harina tamizada. Es tan sencillo como pasarla por un colador para que quede fine totalmente. Durante la elaboración de la salsa, también conviene añadir un poco de aceite a la mantequilla.

De esta forma, evitas que se queme la mantequilla porque el aceite se quema a más temperatura y, al mezclarse con la mantequilla derretida, consigues que aumente la temperatura.

Como puedes comprobar, son trucos muy fáciles de llevar a la práctica para que la bechamel quede perfecta. Incluso si esta es la primera vez que vas a elaborar la salsa, poniéndolos en práctica lograrás un resultado profesional.

Receta

Los ingredientes que necesitas son: 1 litro de leche, 100 gramos de harina de trigo, 100 gramos de mantequilla, 1 cucharada de aceite de oliva, sal y especias al gusto.

  1. Comienza poniendo a calentar a fuego lento la mantequilla y el aceite en la sartén.
  2. Una vez derretida, agrega la harina tamizada.
  3. Rehoga muy bien a fuego suave hasta que adquiera un color beige.
  4. Agrega la leche poco a poco y ve removiendo con una varilla.
  5. Deja cocer 5 minutos, salpimenta, ¡y listo!

Cabe señalar que la cantidad de leche depende en gran medida de para qué vas a utilizar la bechamel. Si es para una pasta, es mejor que sea ligera, mientras que si es para una croquetas, es mejor que sea espesa.

¡Es el momento de ponerse manos a la obra y elaborar la mejor bechamel!