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Este insecto es el mayor enemigo de la flor de Pascua en Navidad: el dueño de un vivero da 3 claves para eliminarlo

La flor de Pascua forma parte del paisaje habitual de diciembre y su mantenimiento requiere atención constante. En su proceso de producción intervienen varios factores. En la misma línea, algunos viveristas de referencia han descrito en los últimos meses cómo ciertas plagas inciden en la calidad final y en el aspecto de esta planta de origen mexicano.

En ese contexto, Ángel Illescas Nombela, un experto que lleva 25 años produciendo la flor de Pascua, explicó en sus redes cuál es el insecto más persistente esta planta y cómo se instala de forma silenciosa bajo las hojas, alterando su vigor. La identificación temprana de este invasor y la aplicación adecuada de tratamientos son las claves para protegerla.

¿Cuál es el mayor enemigo de la flor de Pascua durante la campaña navideña?

La presencia de mosca blanca en la flor de Pascua se ha convertido en uno de los problemas más habituales en su cultivo estacional. Este insecto se fija en la parte inferior de las hojas, donde deposita huevos y se alimenta de la savia.

Tal como explica Illescas en su TikTok, al hacerlo, provoca debilitamiento progresivo, amarilleo y, en muchos casos, la aparición de manchas que anticipan un deterioro general. Su detección requiere revisar de manera periódica el envés, especialmente en plantas que muestran pérdida de firmeza o cambios de coloración.

Los profesionales del sector señalan que la mosca blanca actúa también como transmisora de virus, un factor que acelera el desgaste y compromete la resistencia de la planta. En el caso concreto de la flor de Pascua, el impacto se percibe en el crecimiento y en la estabilidad del follaje.

Cuando los brácteos rojos ya están formados, la aplicación de productos químicos resulta poco adecuada, lo que obliga a recurrir a alternativas de manejo más suaves pero constantes.

Cómo detectar la mosca blanca en la flor de Pascua

La revisión minuciosa es el primer paso para confirmar la presencia de la plaga. Los viveristas recomiendan concentrar la inspección en la parte trasera de las hojas, donde se observan tanto los insectos adultos como los estados inmaduros. Entre los síntomas más habituales se encuentran:

Cuando la infestación avanza, la melaza facilita la formación de una capa oscura conocida como fumagina, que reduce la capacidad fotosintética y acelera el deterioro del ejemplar. Estos indicios obligan a intervenir cuanto antes para evitar la propagación.

Tres claves del viverista para eliminar la plaga sin dañar la planta

Con la flor de Pascua ya en fase de coloración roja, Ángel Illescas evita el uso de productos agresivos y describe tres líneas de actuación basadas en técnicas sencillas:

  1. Aplicación de jabón potásico y aceite de neem: se emplean de manera alternada y siempre en el envés de las hojas. La constancia es determinante; la pauta habitual es repetir cada dos días hasta que los insectos desaparezcan por completo. El objetivo es afectar directamente al exoesqueleto del insecto y reducir su capacidad de expansión.
  2. Manipulación cuidadosa de la planta: la recomendación es inclinarla para aplicar el tratamiento sin manchar los brácteos rojos, que pueden marcarse con facilidad. Las manchas negras derivadas de productos mal aplicados son irreversibles y comprometen la presentación final.
  3. Control biológico cuando los brácteos están desarrollados: en esta fase, se limita el tratamiento foliar y se recurre a aplicaciones en el riego que no interfieran con los organismos beneficiosos. La combinación de manejo físico y apoyo biológico mantiene la población de mosca blanca en niveles controlables sin intervenir de forma agresiva.

Prevención y medidas complementarias para proteger la flor de Pascua

La prevención es una parte fundamental del manejo de la mosca blanca en la flor de Pascua. Entre las prácticas más extendidas en viveros y hogares se encuentran: